Un zoo de aves en el vertedero
Inmaculada Espinilla / Jaén
Ver decenas de aves planear sobre las montañas de basura del vertedero puede parecer una imagen tenebrosa, pero lo cierto es que estos animales subsisten gracias a los deshechos humanos y, además, contribuyen a la eliminación de algunos focos de infección.

Ver decenas de aves planear sobre las montañas de basura del vertedero puede parecer una imagen tenebrosa, pero lo cierto es que estos animales subsisten gracias a los deshechos humanos y, además, contribuyen a la eliminación de algunos focos de infección.
Las especies que, cada cierto tiempo, habitan en el vertedero pueden llamar la atención por dos motivos. Primero, por su gran número y, después, por su procedencia. La imagen no llega a ser tan tenebrosa como en la mítica película de Hitchcock, pero no tiene nada que envidiar.
Entre las especies que sobrevuelan el vertedero están las gaviotas. Las hay de tres tipos: patiamarilla, sombría y reidora. Son aves que crían en la costa, pero que ven en las basuras jiennenses un rico alimento para pasar la época más fría del año. “Los vertederos son como un supermercado para muchas especies de aves”, señala Esteban Ureña, miembro de la Sociedad Española de Ornitología (SEO).
Además de las gaviotas, cerca del vertedero se puede ver planear a grajillas, cigüeñas y garcillas bueyeras, todas ellas especies que pasan el invierno en la provincia. Dicho así, podría parecer el lugar ideal para dar una clase de naturaleza a los escolares. Sin embargo, las aves acuden a los vertederos como una medida desesperada. Desde SEO se alerta de que muchas especies pierden su hábitat natural, por lo que tienen que “buscarse la vida” como pueden y estos espacios son ricos en alimento.
Es más, en muchos casos, se convierte en la única manera de garantizar su existencia. El motivo por el que estas aves eligen la provincia para pasar la época invernal es el buen clima de Jaén, ya que, por lo general, el frío no suele ser demasiado agresivo. Incluso, ahora, cuando la primavera acaba de comenzar, también se puede observar al milano negro, una rapaz que se dirige hacia el sur en busca de mejores temperaturas. Sólo pasa unos días en Jaén.
En todas estas especies el motivo para estar cerca del vertedero es el mismo: es demasiado fácil encontrar alimento. Comen todos los desperdicios que los humanos dejan en la basura y, además, depredan los cadáveres de pequeños animales.
Así, aunque pueda parecer que tantas aves concentradas en un espacio lleno de basura sea sinónimo de foco de infecciones y enfermedades, Esteban Ureña explica que es muy positivo para la ciudad. “El número de ratas, cucarachas y gusanos que hay en el término urbano sería mucho mayor si no estuviesen. Todo son ventajas para las personas, ya que eliminan lo peor”, asegura.
En cambio, las aves son las que se llevan la peor parte. Muchas de ellas, como las garcillas, están acostumbradas a alimentarse de gusanos y lombrices, entre otros, y, desde las alturas, confunden a estos invertebrados con los restos de plástico. La consecuencia es que muchos ejemplares mueren ahogados, según se indica desde SEO.