Un siglo de toda una institución

La esposa y los descendientes de Pascual Baca Balboa, una auténtica institución en el mundo de la enseñanza, lo recordaron en un homenaje póstumo que coincidió con el centenario de su nacimiento. El docente es, también, referente en el mundo del periodismo y por su dedicación a las causas sociales.

    23 jun 2013 / 08:31 H.

    Pascual Baca Balboa nació en 1913 en Guadix (Granada) y falleció en  1998, después de toda una vida dedicada a la enseñanza —fue maestro y director de la SAFA—  y la ayuda a los demás. Una calle situada a unos metros del instituto Alfonso XI y concedida aún en vida, en el mandato del alcalde Juan Rafael Canovaca Arjona, atestigua su valía.
    La viuda, la alcalaína Piedad Romero Bolívar, y los hijos (Piedad, Ángeles, Pascual, Lola, Mercedes y María del Carmen), nietos y biznietos del matrimonio, recordaron su figura, además de las parejas de algunos de ellos. María del Carmen Baca explica que su padre, que había estudiado Magisterio en Granada, llegó en 1940 a Alcalá, donde conoció a su esposa, para trabajar con el padre Villoslada en los comienzos de la SAFA. La hija del homenajeado subraya que trabajó toda una vida, en concreto más de cuatro décadas, en la docencia y que era una persona muy querida por alumnos, padres y profesores, que mostraba su afición a la música tanto en las aulas como con la familia. Igualmente fue un gran amante del teatro. Además de ejercer como corresponsal de prensa, el maestro Pascual Baca  fue una persona implicada con las obras sociales a través de entidades como Sagrado Corazón de Jesús, Acción Católica, Promi, Conferencias de San Vicente Paúl o Cáritas Interparroquial. Hace unos años la familia creó la Asociación Maestro Pascual Baca, dedicada a trabajar con la educación en valores y con las personas discapacitadas.
    programa. Los actos comenzaron con un desayuno en La Quinta Porra, local en el que trabaja una de las nietas. Después hubo una misa en la iglesia de las Angustias —el docente era un hombre muy religioso— en la que el párroco de Santo Domingo de Silos, Antonio Pérez Rosales, recordó que fue alumno de Baca. A continuación el grupo se hizo una foto ante la placa de la calle Maestro Pascual Baca. Después de una comida familiar en un inmueble situado en el campo la tarde estuvo dedicada a actividades lúdicas, culturales y de convivencia. El homenaje contó con la presencia de sesenta personas residentes, en la actualidad, en Alcalá la Real y en las provincias de Granada, Córdoba y Sevilla. Juan Rafael Hinojosa / Alcalá