Un policía local gaditano perpetró el atraco con el cristal de un vaso

El asalto se produjo alrededor de las ocho y media de la mañana del pasado miércoles, cuando un hombre, a cara descubierta, entró en la oficina de La Caixa en la calle García Triviño. Sacó un vaso de cristal que llevaba oculto entre sus ropas y lo rompió contra el mostrador de la sucursal. Con el trozo de cristal que le quedó en las manos, amedrentó a la empleada que, en ese momento, estaba en la caja. Le exigió con amenazas de muerte que le entregara el dinero. Cuando el director de la entidad escuchó las voces salió de su despacho para ver qué ocurría. Fue entonces cuando el atracador colocó el vaso roto en el cuello de la cajera, que le entregó el dinero. Se llevó un botín de unos 600 euros y huyó a la carrera en un vehículo.
La alarma antirrobo saltó alrededor de las ocho y media de la mañana y varias dotaciones policiales se personaron en la sucursal y vigilaron las principales salidas de la ciudad. Buscan a un varón de unos 30 años, de un metro y ochenta centímetros de altura, corpulento, con la cabeza rapada y la barba fina. Además, vestía un pantalón vaquero y una chaqueta deportiva de color verde. Sin embargo, el operativo no dio resultado y el atracador consiguió eludir el cerco.
La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía (UDEV) se hizo cargo de las investigaciones. Según la Comisaría, estaban bien encaminadas. Las pesquisas concluyeron el pasado sábado, cuando un policía local, destinado en San Roque, se autoinculpó del atraco. Está identificado con las iniciales A. B. Q. y tiene 25 años. Además, también confesó que atracó otra sucursal bancaria en Marbella en el camino de regreso desde Jaén hasta Cádiz. Utilizó el mismo modus operandi, según las fuentes consultadas.
Las grabaciones de las cámaras de seguridad de la sucursal asaltada habían logrado captar una imagen del atracador y su fotografía había sido difundida entre todas las comisarías y cuarteles de España. De hecho, el comunicado oficial de la Comisaría de Jaén asegura que la Policía había “puesto cerco” al ladrón.
En su declaración autoinculpatoria, el agente aseguró que perpetró ambos asaltos debido a sus problemas de adicción a las drogas. A. B. Q. pasará a disposición judicial en las próximas horas.
Con este arresto, la Policía Nacional ha resuelto los ocho atracos a bancos perpetrados en el último año en Jaén capital. Cuatro llevaban la firma del clan de los Carmona, una familia de raíces jiennenses, pero afincada en Cádiz. En la provincia gaditana, también se le atribuyen otros dieciséis robos a mano armada. La UDEV también consiguió detener a dos presos que atracaron una sucursal en la calle Millán de Priego durante un permiso penitenciario. Ambos fueron condenados, hace unas semanas, a cuatro años y tres meses de prisión cada uno. Rafael Abolafia / Jaén