Un Oliver Twist de altura
Piruetas, saltos y acrobacias con grandes dosis de interpretación. Acrobalia presentó Oliver, un espectáculo basado en el clásico de Charles Dickens, actualizado y con su particular sello. Una muestra sorprendente de teatro acrobático que se estrenó en el Infanta Leonor con una doble sesión, dentro de la Semana Dickens.

Casi dos siglos después de que Dickens relatara la historia del pequeño Oliver Twist por entregas en la revista Bentley’s Miscellany, Acrobalia se aventuró a hacer una versión actual de la clásica novela, con su indiscutible sello. Con motivo de la celebración del bicentenario del nacimiento del escritor inglés Charles Dickens, Acrobalia homenajea a este gran narrador inglés, con la creación de un espectáculo basado en su novela Oliver Twist. Este está lleno de música, danza, teatro y, sobre todo, sorprendentes acrobacias. La asociación cultural y deportiva jiennense estrenó anoche este montaje en el Nuevo Teatro Infanta Leonor, dentro de la programación de la Semana Dickens.
Tres adolescentes problemáticos, que viven en el Jaén actual, no acuden por norma a clase en su instituto —el “Oliver Twist”— y su historial de delincuencia cuenta ya con varias páginas. La llegada de un abogado —“que les da la chapa”— supone el inicio de una importante reflexión acerca del estilo de vida que llevan. Él, quien también tuvo una infancia complicada, les explica quien es Oliver Twist: un pequeño huérfano que ha perdido a ambos padres — “los huérfanos eran un lastre para la sociedad”—, de quienes solo posee un pañuelo de seda que le bordó su madre cuando era niño. Pasa sus primeros años en el asilo de la señora Mann, “un lugar donde no los dejaban ser niños”. Al igual que el resto de niños en el orfanato, Oliver sufre continuamente de hambre. Los niños deciden entonces jugar a quién de ellos pedirá más comida y Oliver resulta ser el elegido. En la cena de esa noche, después de su ración normal, se dirige al director del orfanato y le pide más comida. Debido a este episodio es tachado como problemático por el señor Bumble, el bedel y el director, quien lo ofrece como aprendiz a cualquiera que lo quiera contratar. Así, Oliver se convierte en aprendiz del enterrador Sowerberry. Sin embargo, se pelea con uno de los hijos del enterrador y decide escapar a Londres. En las afueras de la ciudad, cansado y hambriento, conoce a Jack Dawkins, quien le ofrece un lugar donde hospedarse en Londres. Lleno de inocencia, Oliver se ve inmerso en el mundo del hampa londinense y se encuentra en medio de una banda de chicos carteristas, dirigida por el malvado Fagin.
El montaje de Acrobalia actualiza, de esta manera, el clásico de Dickens y lo hace a través de sus protagonistas, estos tres jóvenes y el abogado pero, también, la intrahistoria. Los personajes que ideó el novelista inglés aparecen en escena entre piruetas, saltos y acrobacias con grandes dosis de interpretación al mismo tiempo. Cada escena de Oliver es una exhibición de técnica, disciplina y entrega de los jóvenes que componen Acrobalia. Pepi Galera / Jaén Más información, hoy en la edición impresa de Diario JAEN