Un largo y fatal "punto negro"

El lunes 1 de diciembre, si nada lo impide, los vecinos de Santiago de Calatrava, Higuera de Calatrava, Porcuna y Valenzuela (Córdoba) se echarán a la calle para exigir el arreglo de la carretera A-6052, que une estos municipios con Martos. Los acompañarán las cerca de quinientas personas que, en menos de 24 horas, se han adherido a la plataforma ciudadana creada a través de la red social Facebook.

21 nov 2014 / 10:12 H.

Una iniciativa similar a la creada a raíz del accidente en Torredelcampo en el que fallecieron dos jóvenes de Torredonjimeno. Las protestas se realizarán con apenas un día de diferencia, pero el objetivo es el mismo, conseguir que se arreglen los desperfectos de la vía.

“Hace 8 años se llegó un acuerdo para arreglar el firme, pero se opuso el alcalde de por aquel entonces —Manuel Velasco— porque lo único que hacía era añadir más peligro. Yo no lo llevaba en el programa electoral, pero no quiere decir que no sea prioridad. Hemos ido a Sevilla, me he reunido con la presidenta Susana Díaz, ha venido el delegado de Fomento, la directora general de Carreteras y parlamentarios. Todos nos dicen que sí, que hay que repararla, pero lo cierto es que no se hace nada”. Es el grito desesperado de la alcaldesa de Santiago de Calatrava, Rocío Zamora, convocante de la manifestación. Y es que, como alerta, por esa carretera pasa un autobús escolar a diario, a parte de camiones y un sinfín de vehículos. “Accidentes hay prácticamente a diario. No hay víctimas porque no se puede correr, pero coches rotos y ruedas reventadas, cada día.

Y en la época de la aceituna es todavía peor, por no hablar en el momento que caen dos gotas, que tiene que cortarse por ocho puntos diferentes”, lamenta Zamora. La socialista tiene claro cuáles son las intervenciones necesarias. De hecho, dispone de un proyecto, de más de cuatro millones de euros, para el arreglo total de la carretera. Pero es consciente de que, con los tiempos que corren, es imposible ejecutar una inversión de tal envergadura. Por eso, el Ayuntamiento realizó una “separata”, de 600.000 euros, para intervenir en los cinco kilómetros más conflictivos. Pero, de momento, sigue sin ver a operarios trabajando.