Un hombre muere solo en su casa y sus perros atacan su cadáver

José Rodríguez Cámara / Jaén
Un hombre de 66 años, que residía en su vivienda de Úbeda en compañía de dieciocho perros y entre suciedad, fue encontrado muerto el jueves por la noche. El cadáver fue descubierto en la entrada de la vivienda con señales que indican que pudo haber sido atacado por los animales.

    28 feb 2009 / 09:14 H.

    Los familiares y los amigos de       B. Q. G., un ubetense de 66 años que residía en una casa, en el número 2 de la Plaza de Jaén de Úbeda, lo echaban de menos desde hace más de una semana. El hombre, que fue encontrado muerto el jueves por la noche, era la única persona que ocupaba la vivienda y su compañía eran dieciocho perros, unos animales que, al parecer, atacaron su cadáver. Aunque no tenía empleo fijo, sí es conocido que tenía trabajos ocasionales. La falta de noticias sobre el hombre inquietó a los que lo conocían e, incluso, uno de sus sobrinos denunció su desaparición en la Comisaría, como explican fuentes municipales. La búsqueda fue infructuosa, sobre todo, porque el hombre estaba en su propio domicilio. Fuentes del caso aclaran que fue uno de sus vecinos el que, el jueves ya de noche, decidió saltar el muro del patio de la vivienda del fallecido, ante la sospecha de que pudiera encontrarse en su interior.
    Una vez dentro, decidió recorrer las diferentes estancias hasta que encontró al que ya se daba por desaparecido y avisó a la Policía Nacional. La escena que se encontró la patrulla fue dantesca. El cuerpo yacía en la entrada del domicilio, rodeado de perros. A primera vista, como se explicó a este periódico, se notaban las mordeduras que presentaba el cadáver, evidentes, sobre todo, en uno de los brazos. Las primeras hipótesis de los investigadores apuntan a que el fallecimiento le sobrevino a B. Q. G. hace, al menos, una semana. Ya muerto, al parecer, los perros habrían podido alimentarse con la carne del cuerpo del  que fue su propietario.
    Antes de que el juzgado de guardia decretara el levantamiento del cadáver, lo que hizo sobre las once y media de la noche del jueves, la Policía Nacional avisó a la protectora de animales de la ciudad, Felican, para hacerse cargo de los canes. Carmen Navarro fue la responsable de este colectivo que acudió al lugar de los hechos, y precisa que se dedicó a reunir a los animales en una habitación aparte, para evitar así que entorpecieran la recogida de muestras y la labor forense.
    Los perros pasaron la noche en la casa hasta que ayer, sobre las cuatro de la tarde, fueron llevados al refugio del colectivo. Diecisiete de los dieciocho perros del hombre fallecido, al haberse extraviado uno de ellos, están ya en las instalaciones de la protectora. Todos son pequeños ejemplares, fruto de un cruce de pequinés. Los cuidadores han detectado que los animales presentan signos de haber estado confinados en la vivienda durante años ya que, en algunos casos, tienen dificultades incluso para moverse. Este hecho coincide con lo afirmado por los vecinos de B. Q. G., que dijeron no haber visto apenas a los canes. Lo ocurrido en la Plaza de Jaén puede tener relación con el llamado síndrome de diógenes, que hace que las personas que lo padecen vivan en medio de un gran desorden y acumulen basura. La Policía Nacional encontró, además de los perros, numerosos desperdicios en la casa lo que indica que el fallecido, a pesar de que el Ayuntamiento dice no tener constancia, padeciera esta enfermedad. El entierro de este ubetense de 66 años se celebró ayer por la mañana en la ciudad.