Un hombre irá a juicio por drogar y quemar a su hijo

Un vecino de la capital, de unos 45 años, tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados para responder de dos cargos gravísimos: causar severas lesiones a su propio hijo, de poco más de un año, al que, presuntamente, quemó con agua hirviendo y suministró sustancias estupefacientes. El menor padece importantes secuelas físicas, tal y como se desprende del procedimiento judicial abierto. El progenitor, Manuel C. M., será juzgado por la Audiencia Provincial, ya que uno de los dos delitos de lesiones que se le imputan acarrea la agravante de causar una grave deformidad a la víctima.

    22 ago 2015 / 08:36 H.


    El caso, que lleva ya tres años instruyéndose, arrancó con un parte médico emitido por el Complejo Hospitalario de Jaén el 14 de agosto de 2012. En esa fecha, el niño tuvo que ser atendido de Urgencia en el Maternal. Sus familiares lo llevaron al centro sanitario con numerosas y graves quemaduras por todo el cuerpo. Sus padres aseguraron a los médicos que el menor había sufrido esas lesiones por accidente, en concreto, al bañarlo, sin percatarse de que el agua estaba hirviendo. El Hospital ya envió el parte médico con lo ocurrido al Juzgado de guardia. El magistrado de Instrucción número 2 de Jaén abrió diligencias previas.
    En principio, y con un primer informe de los forenses, el proceso parecía destinado a archivarse, pese a los intentos del Ministerio Público. La Fiscalía veía algo “raro” en el accidente sufrido por el menor. Sus sospechas se confirmaron unos meses después. El 15 de mayo de 2013, el niño volvió otra vez al Maternal. Llegó inconsciente, debido a la ingesta de sustancias tóxicas, en concreto, un medicamento tranquilizante, la benzodiacepina. Debió ser ingresado de urgencias y fue sometido a un lavado de estómago para conseguir reducir los efectos de la droga. Los progenitores volvieron a asegurar a los médicos que lo ocurrido fue un accidente. Y, de nuevo, el Hospital envió al Juzgado un nuevo informe en el que se relata este segundo episodio.
    Entonces, el juez interrogó como imputados a los padres del menor y, posteriormente, a una hermana del progenitor que, a veces, cuidaba del pequeño. En sus declaraciones, cometieron varias contradicciones. Durante esta fase, su señoría ha solicitado diferentes informes a forenses sobre la gravedad de las heridas que presentaba la víctima y la forma en que pudieron haberse producido. Finalmente, y tras más de un año de instrucción, el juez ha dictado recientemente un auto en el que se ordena la apertura de juicio oral, aunque únicamente contra el padre, Manuel C. M.: “Hay indicios racionales de criminalidad para entender que el imputado ha participado como autor de los hechos consistentes en la producción a otra persona (en este caso su hijo) de lesiones que han supuesto una grave deformidad”, aclara el magistrado Antonio Valdivia en su resolución.
    A partir de aquí, la Fiscalía tiene que mover pieza y presentar un escrito de acusación contra el hombre, que actualmente reside en Barcelona, tal y como confirman fuentes judiciales cercanas al caso. En principio, la pena mínima para el principal delito por el que se sentará en el banquillo son seis años de cárcel. El hombre siempre ha defendido su inocencia. En sus respectivas declaraciones, asegura que lo que le pasó a su hijo fueron dos desgraciados accidentes