Un guateque de los que hacen época con los mejores

Algunas de las canciones más representativas de la década de los sesenta sonaron como en su primer día durante la actuación de Los Sírex en la Discoteca Kharma. Los barceloneses demostraron estar en plena forma con un directo de calidad y lleno de energía que no dejó indiferente a nadie.

    01 mar 2010 / 11:28 H.

    La Discoteca Kharma acogió un auténtico guateque de los sesenta gracias a la actuación de una de las bandas de rock más veteranas y respetadas de España. Los Sírex demostraron sobre el escenario que con la edad no perdieron ni un ápice de su energía y frescura, más bien todo lo contrario. Lo primero que llamó la atención de los presentes, que no dejaron de bailar y aplaudir durante las cerca de dos horas que duró el espectáculo, fueron las ganas de comerse el mundo y la buena forma en la que se encuentran el vocalista Antonio Miguel Cervero, “Leslie”; los guitarristas Juanjo Calvo y Pepe Fontsere, y el bajista Guillermo Rodríguez, que, en esta ocasión, estuvieron acompañados a la batería con Ernesto Rodríguez, de Los Gatos Negros, que sustituyó al incombustible percusionista Luis Gomis, que se encontraba convaleciente en la velada del sábado.

    Como un huracán, los cinco subieron a las tablas para hacer viajar en el tiempo al respetable  con canciones como San Carlos, Tus celos, La oficina y Da doo run, Lo sabes, Cantemos y Así me muevo. El baile no cesó sobre ni bajo el escenario, ya que los intérpretes se movieron al son de la música con animadas coreografías y estudiados pasos entre los que se encontraron coordinados saltos de todos los miembros del grupo. Entre ellos destacó la labor del solista, Juanjo Calvo, que mostró una perfecta coordinación entre los dedos de sus manos y sus pies ya que fue capaz de puntear la guitarra sin necesidad de mantenerse aparte de la danza de sus compañeros. Maldigo mi destino dio paso a Hay que cantar, una alegre composición en la que Calvo cogió la armónica para enriquecer el sonido de Los Sírex.

    Para entretener al público durante un cambio de ropa, las pantallas proyectaron el vídeo El show de las estrellas, en el que se mostraron imágenes de algunas de las personas más influyentes en el ámbito cultural español. Después volvieron a salir a escena, vestidos de riguroso negro y sentados en taburetes para ofrecer una selección de canciones en formato acústico. Entre ellas se encontraron la balada Que te deje de querer, Solo en la playa y Sin tus cartas. “No sabéis la ilusión que nos hace poder tocar aquí esta noche. Gracias de corazón”, fueron algunas de la palabras que Leslie dedicó a los jiennenses. Además, confesó que la banda cuenta con buenos amigos en la ciudad, donde disfrutaron de una  comida en el Restaurante Casa Vicente.

    Entonces llegó el turno de Madrid, Madrid y el rockabilly de Hello Maryloo. Tras el pase “unplugged” y un nuevo cambio de ropa, una animada canción instrumental con solo de batería incluido demostró que la actuación no había acabado, ya que quedaban composiciones como Los mejores años de nuestra vida, un guiño al dúo dinámico con una versión de Resistiré, No está todo perdido y Soy tremendo. Eso sí me altera el cuerpo fue el preludio de una de las canciones más esperadas de la noche, La escoba, que Leslie dedicó a los músicos jóvenes para animarlos a que compongan una pieza similar con la que puedan denunciar su situación actual. Y aún quedó más, ya que el rock no paró de sonar gracias a piezas como Congratulations y Gracias por venir. Antes de decir adiós, Los Sírex no dejaron de agradecer a Apache que les prestase el equipo de sonido para poder hacer disfrutar a los jiennenses. M. J. Velasco /Jaén