Un calor que derrite a la primavera
No llega a ser histórico ni ha batido todos los récords, pero el calor que sufren los jiennenses está fuera de los normal, sin lugar a dudas.

No es una opinión de la gente de la calle sino que es una afirmación razonada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Según los datos facilitados, las temperaturas máximas vividas los últimos dos días se sitúan entre siete y doce grados por encima de la media histórica —periodo comprendido entre 1981 y 2010—. Especialmente sofocante fue la jornada de domingo, cuando Andújar que se convirtió, un año más, en la “sartén de España”, al registrar 37,2 grados.
La temperatura media para esta época del año en Jaén suele ser de 23,2 grados centígrados, con picos más altos, sobre todo, cuanto más avanzado está el mes. Sin embargo, este 2015 se pueden contar con los dedos de una mano los días en que los jiennenses pudieron disfrutar de unas temperaturas que, ahora, parecen gélidas. Y es que la propia Aemet asegura que este arranque de mes es inusualmente cálido, hasta el punto de afirmar que “hace calor de julio”. Sin embargo, no llega a ser histórico, de momento. La hemeroteca de la agencia demuestra que el 17 de mayo de 2006 se superaron los 38,4 grados, cifra que todavía no se ha alcanzado, aunque no se descarta.
Hay que remontarse a 1945, a 17 de mayo también, para encontrar una cifra similar. En este caso, el mercurio ascendió hasta los 38,5 grados.
¿Por qué hace tanto calor? El motivo de esta sofocante ola es la entrada de una masa de aire cálido y seco procedente de África. que va a generar valores “entre siete y quince grados más altos de lo habitual en prácticamente toda la península Ibérica”. Así, los termómetros marcan este lunes entre 30 y 36 grados en numerosos puntos de España, unas cifras que, para el mar de olivos pueden quedarse, incluso, cortas. Y es que, de momento, ya se ha activado el aviso amarillo en el valle del Guadalquivir para mañana. La previsión es que los termómetros alcancen los 39 grados y que rocen los 40 en municipios como Andújar, que se lleva la peor parte de esta “ola de calor africana”. Aunque, para ser fieles a la realidad, todavía no se puede hablar de ola de calor porque, para ello, es necesario que las temperaturas estén por encima de la media durante tres días consecutivos.La portavoz de la Aemet, Ana Casals, recuerda, por otro lado, que las temperaturas mínimas, en este caso, no son excepcionalmente altas, lo que concede una tregua a los que apenas sí pueden soportar el calor.
Prácticamente, no se han superado los 21 grados nocturnos, el límite en el que se sitúa el umbral del sueño.
Para los próximos días, los termómetros podrán superar los 40 y llegar a 42 grados centígrados esta semana en algunos puntos de la Península, como Sevilla, por ejemplo. Solo a partir del jueves dará una ligera tregua para, después, encarar el fin de semana con temperaturas, de nuevo, más propias del mes de agosto que de mayo. Casals insiste en que mañana será “el día más caluroso” de este episodio, con valores que podrán rebasar en el valle del Guadalquivir e incluso en zonas del valle del Tajo y del Guadiana en Extremadura y Castilla-La Mancha. “El viernes, las temperaturas serán más aceptables y acordes para la época del año, aunque serán altas también en Valencia y en el valle del Guadalquivir”, agregó la portavoz de la Aemet.Ante este episodio anómalo, Salud adelanta las recomendaciones propias para la época estival. Recuerda la importancia que tiene la hidratación, sobre todo entre el colectivo de las personas más mayores. También es conveniente evitar hacer deporte y actividad física que requiera un mayor esfuerzo durante las horas centrales del día, que es cuando más riesgo hay de que se produzca un “golpe de calor”.