UGT consigue hacer frente a la sentencia de Linaqua
Con mucho esfuerzo y trabajo”. De esa manera fue como la Unión General de Trabajadores (UGT) pudo hacer frente, finalmente, al pago de una abultada suma de dinero que la Justicia obligó a abonar a Linaqua, la empresa que gestiona el servicio de aguas en la ciudad. Según explicó el secretario general del sindicato en la provincia, Manuel Salazar, la organización cumplió el plazo dado por la sentencia del Juzgado de Instrucción número 3 de Linares y ya se abonaron los casi 10.000 euros reclamados por Linaqua a través de la vía judicial.

“Antes de final de enero, que era el plazo marcado por la sentencia, hemos podido cubrir financieramente lo que se nos imponía. Al menos, hemos solucionado esta situación tan complicada”, indicó Manuel Salazar. El dirigente lamentó, sin embargo, que el hecho de haber tenido que pagar esta cuantía “complica” la puesta en marcha de algunos proyectos considerados prioritarios para UGT, como el acondicionamiento del parquin de su actual sede o la dotación de un aula especializada en el ámbito de la salud y la prevención de riesgos laborales, entre otros. “Pese a todo, somos una organización fuerte y saldremos adelante en Linares”, manifestó.
El problema se originó cuando Linaqua solicitó a UGT que abonara el importe de una abultada factura por un consumo realizado, a finales de 2011, en la antigua sede que la organización sindical tenía en la céntrica calle Tetuán. Según apuntaron desde UGT, el gasto se produjo a raíz de un escape de agua en el mencionado edificio, el cual ya estaba en desuso, en aquel momento, debido a una permuta realizada entre el Ministerio de Trabajo y el Ayuntamiento para que el sindicato cambiara de ubicación.
Pese a todo, la reclamación del pago de la deuda -7.156 euros- prosperó a través de la vía judicial, desembocando en que UGT fue condenada, por una sentencia firme, a abonar casi 10.000 euros. La preocupación en la organización llegó a tal punto que, a mediados del pasado mes de enero, Manuel Salazar anunció la posibilidad de sufrir un “embargo” de su actual sede, ubicada en la calle Víctor de los Ríos, en el caso de que no disponer de “esa liquidez suficiente para pagar lo que nos requiere el Juzgado”. Finalmente, gracias a los esfuerzos realizados para encontrar los recursos económicos necesarios, la organización ha resuelto la problemática.