Triunfa la moción de censura en Silleda que da la Alcaldía a una ex socialista con apoyo de ediles que dejaron el PP

Ofelia Rey, elegida concejal en las listas del PSdeG, es desde hoy la alcaldesa de Silleda (Pontevedra) tras haber prosperado la moción  de censura contra la socialista Paula Fernández Pena, con el apoyo de  siete votos de concejales no adscritos, dos que abandonaron las filas  socialistas y cinco que dejaron el PP para apoyar esta maniobra política.

    19 oct 2009 / 15:04 H.

    Por su parte, los cuatro votos del PSdeG y el del concejal del BNG  rechazaron la moción, mientras que el único edil que permanece en las  filas del PP tras negarse a firmar la censura, Manuel Mato, no acudió  al pleno, que se celebró en la Casa da Cultura de la localidad y al  que asistieron más de 150 personas que abarrotaron completamente la  sala. Otros 300 vecinos de este municipio pontevedrés permanecieron en  la planta baja del inmueble y en el exterior para seguir el pleno,  que estuvo salpicado por continuas llamadas al orden por los aplausos  y gritos cruzados de los partidarios y detractores del cambio en la  alcaldía. Así, la proclamación de la nueva alcaldesa fue recibida  entre gritos de 'no la queremos' por una inmensa mayoría de los  asistentes y con aplausos de unas 20 personas, entre las que se  encontraban miembros de Nuevas Generaciones del PPdeG. Numerosos cargos socialistas arroparon a la alcaldesa saliente,  quien en su intervención antes de la votación que la despojó del  bastón de mando aseguró sentir "lástima y amargura" por "siete  personas" cuya "necesidad de poder y de venganza" las convierte, a su  juicio, en "las siete personas menos respetables de Silleda". Entre los asistentes del PSeG se encontraban su portavoz, Mar  Barcón; el secretario de Organización y senador, Pablo García; el  secretario provincial en Pontevedra, Modesto Pose; y los diputados  autonómicos Guillermo Meijón y Carmen Gallego; así como el presidente  de la Federación Galega de Municipios e Provincias, Carlos Fernández,  y el alcalde de Fene, Iván Puentes. Uno por uno, Paula Fernández Pena se refirió a los siete firmantes  de la moción de censura y describió a Ofelia Rey, que concurrió como  independiente en las listas socialistas, como "una mujer que fue  capaz de convertir una vendetta personal en un atraco a la soberanía  popular", al tiempo que criticó su "estrategia política". "Si cree que debe gobernar la mayoría, que gobierne quien la  mayoría decidió", incidió, tras reprobar que "lo único" que busca es  "poder". "Poder y venganza", prosiguió, aludiendo así a las  "pretensiones" del otro independiente que concurrió en la lista del  PSdeG, Javier Cuiña, cuyos "verdaderos intereses se irán conociendo",  auguró. En cuanto al ex presidente del PP local, José Fernández Viéitez,  lamentó que no haya sido "capaz de asumir su derrota" y que su  "ambición" le haya "cegado" hasta hacerle abandonar el partido "por  un año y medio". Al resto de los ex ediles populares, les recomendó  "reflexión", puesto que "van a poner su voto en su muerte política". Al margen de todo lo anterior, agradeció al único edil del PP que  no firmó la moción de censura, Manuel Mato, su comportamiento, que lo  define como "un hombre bueno y de bien". Paula Fernández Pena enfatizó su "amargura" por el "robo de  ilusión, ganas y fuerzas" que constituye la moción, aunque afirmó que  se va "despacito" y "con el calor de la ciudadanía, que es lo que  garantiza el retorno". "Lo único que me importa es lo que piensen los  vecinos", subrayó. "Marcho alegre y satisfecha por el trabajo hecho, y el dolor y la  amargura la curarán los votos de los silledenses", remachó, tras  definir a los siete firmantes como "muñecos rotos en las manos" del  presidente de la Diputación de Pontevedra, el popular Rafael Louzán. En su turno, Ofelia Rey responsabilizó a la ya ex alcaldesa de la  situación, puesto que "sólo se escuchó a sí misma" y se negó a pactar  con el edil del BNG para conformar una mayoría absoluta. "Era su  obligación", defendió, tras vincular la moción con la situación de  "inestabilidad política e institucional" del municipio, provocada  porque "tres ediles decidieran y otros 10 tuvieran que acatar con  resignación". "Creemos que otra Silleda es posible", reivindicó, y apostó por  "pasar página" para "recuperar el diálogo entre personas de todos los  colores políticos". "Debemos trabajar todos por Silleda y tirar todos  del mismo carro", preconizó, tras erigirse en abanderada de "la  transparencia, el diálogo y la sensatez".  "No podemos jugar con la esperanza de que nos piten un penalti en  el último minuto, tenemos que tener una estrategia de equipo y meter  goles", incidió la ex socialista, porque, a su entender, "no se puede  vender el Plan E como una buena gestión". "Tenemos que tomar la  iniciativa", sentenció. Defendió igualmente que los vecinos deben "sentirse orgullosos de  su alcaldesa" y no tener una persona liderando el municipio que  "empobrezca la imagen de quienes trabajan en el ayuntamiento". "Estoy  segura de que una mayoría unida es la única solución de Silleda",  proclamó, tras enfatizar su "compromiso" con la localidad entre  gritos de 'Silleda ya votó' desde los asientos de la casa de la  cultura. El tercer edil que tomó la palabra fue el socialista Manuel Cuiña,  quien vinculó la moción con un "capricho" de aquellos que no  obtuvieron "un cargo". Tras recordar que el ex líder del PP local,  que ocupó la Alcaldía durante ocho años, situó a Silleda "en el  puesto número uno en deudas", criticó que "ahora" hable de  "desgobierno". "La palabra sinvergüenza le vendría muy bien", entendió, tras  tildar a los otros cuatro concejales que formaban parte del grupo del  PPdeG de "trastos inútiles políticos", puesto que "jamás presentaron  una iniciativa". Tras reprobar la actitud de los dos ex ediles  socialistas, convino que "el tiempo es el más justiciero", por lo que  auguró que "en un año y medio, los siete estarán en el cajón de los  malos recuerdos políticos". La intervención que obtuvo los aplausos de la práctica totalidad  de los vecinos presentes fue la del edil del BNG, Matías Rodríguez, quien culpó a todos los grupos del "circo" en el que "se está  convirtiendo Silleda".  Así, reprobó que el PSdeG "fichara" a los dos escindidos  --integrados en su lista como independientes-- para "arrebatarle" la  Alcaldía a los populares, mientras que citó unos versos de Luis  Eduardo Aute para referirse a estos últimos: "míralos como reptiles  al acecho de la presa (...) ahora el éxito es su meta". Situándose "lejos del victimismo" de los socialistas y también de  los "avaladores de la corrupción" que "mueren matando", aseguró que  "todos" ellos son "culpables" de la degradación política del  municipio y concluyó señalando que el BNG "sigue en el mismo sitio,  trabajando para la gente". Ahora, la correlación de fuerzas queda con un gobierno formado por  siete concejales no adscritos (cinco procedentes del grupo del PP y  otros dos ex socialistas), al que se opondrán cuatro ediles del PSOE,  uno del PP no conforme con la moción y un sexto edil del BNG.