Tributo a un gran actor y un referente para varias generaciones
España está de luto por la muerte de un gran actor, Sancho Gracia, un referente para varias generaciones, las que despertaron al mundo a través de la televisión y la exitosa serie del bandolero Curro Jiménez, que él magistralmente protagonizaba. Además, con independencia de esa fortaleza a la hora de interpretar personajes, Félix Sancho Gracia, que así se llamaba, fue siempre una persona comprometida con la ciudadanía en general y con la cultura en particular, e hizo ver su posicionamiento personal y político por una sociedad española más justa y más igualitaria, donde imperaran las oportunidades para todos por igual. Sin duda, una pérdida muy sentida para todos, como ayer se pudo comprobar por las continuas y significativas condolencias que se sucedían a medida que se conoció el triste desenlace de una enfermedad que lo ha acompañado desde hace tiempo, un cáncer de pulmón.
Precisamente en este campo, en el de la sanidad y la prevención de enfermedades, Sancho Gracia también fue entusiasta a la hora de defender la reciente ley antitabaco, para concienciar a las generaciones futuras del grave daño que en el organismo puede hacer un cigarrillo. No deberíamos olvidarlo, por el empeño de Sancho Gracia y, cómo no, porque los médicos y las autoridades sanitarias llevan años alertando del drama del cáncer de pulmón y laringe a causa del tabaco.
Con todo, y pese a ese compromiso social evidente, a Sancho Gracia lo recordaremos siempre como un actor enorme, de registros amplísimos y con una fama reconocida en todos los estamentos del cine, el teatro y la televisión. No ha habido personaje que se le resistiera en su larga carrera y a todos los guiones que le caían en las manos le sacaba el máximo de sus jugos. Lo recordaremos como uno de los grandes actores de este país y ese recuerdo a su magisterio lo acompañará porque supo ganárselo desde muy joven.
Precisamente en este campo, en el de la sanidad y la prevención de enfermedades, Sancho Gracia también fue entusiasta a la hora de defender la reciente ley antitabaco, para concienciar a las generaciones futuras del grave daño que en el organismo puede hacer un cigarrillo. No deberíamos olvidarlo, por el empeño de Sancho Gracia y, cómo no, porque los médicos y las autoridades sanitarias llevan años alertando del drama del cáncer de pulmón y laringe a causa del tabaco.
Con todo, y pese a ese compromiso social evidente, a Sancho Gracia lo recordaremos siempre como un actor enorme, de registros amplísimos y con una fama reconocida en todos los estamentos del cine, el teatro y la televisión. No ha habido personaje que se le resistiera en su larga carrera y a todos los guiones que le caían en las manos le sacaba el máximo de sus jugos. Lo recordaremos como uno de los grandes actores de este país y ese recuerdo a su magisterio lo acompañará porque supo ganárselo desde muy joven.