Torredonjimeno. Vecinos exigen que el Molino del Cubo sea recuperado

La Asociación Cultural Vientos del Tiempo reunió a gran cantidad de vecinos que se sumaron a su iniciativa “Salvar el Molino del Cubo”. Se trata de un monumento único en toda la Campiña y uno de los pocos edificios de este tipo fortificados que quedan en pie. Los participantes se concentraron en el comienzo de la Vía Verde del Aceite, en el lugar que ocupaba la antigua estación de Renfe. Entre los asistentes, el alcalde del municipio, Cosme Moreno, así como varios concejales y los propietarios del molino.
Una vez en las inmediaciones del molino, que estaba engalanado con pendones que colgaban de las ventanas, comenzó una visita guiada de la mano del arquitecto Luis José García Pulido. El experto también aportó datos a los asistentes sobre las utilidades culturales que, de rehabilitarse, podría tender el monumento. Para los más pequeños, los organizadores programaron el guiñol de Belén Bueno que, con tan sólo 10 años, arrancó numerosos aplausos. Después del almuerzo, continuaron las actividades dentro del molino, con un cuentacuentos de leyendas de misterio. Posteriormente, estaba prevista una recogida de basura y tareas de limpieza de las inmediaciones. El objetivo era doble: contribuir a la conservación del paraje y sensibilizar a los niños de la necesidad de respetar el medio ambiente.
“Vientos del Tiempo” también programó representaciones teatrales. En el molino fueron aparecieron actores, caracterizados como personajes de otros tiempos. Llegó a hacer acto de presencia el “duende del Molino”, un ser sobrenatural que, según la creencia popular, habita el edificio, abandonado desde hace años.
Finalmente, se realizó un abrazo simbólico al molino por parte de todos los asistentes. Unidos, estos ciudadanos formaron un círculo a lo largo de toda el perímetro de la construcción. Hasta la fecha, se han realizado dos informes técnicos para promover la incoación del Molino del Cubo como Bien de Interés Cultural. El inmueble fue construido por la Orden de Calatrava, bien entrado el siglo XV. Además de la leyenda del duende, también se habla de otras, como la del espíritu de un niño que merodea por los alrededores del molino.