“SOS” por una torre histórica

Si existe algo representativo de la aldea de Fuente Álamo es su atalaya medieval, situada en la parte inferior del casco urbano, y visible desde casi cualquier punto. La torre de vigilancia, con planta esférica y una altura de nueve metros, data de la época hispanoárabe, probablemente de los siglos XIII o XIV y cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural y de Monumento en el catálogo de patrimonio de Andalucía.
Los vecinos observan con preocupación, cómo, desde hace años, el deterioro va a más. La construcción —utilizada tiempo atrás como leñera y palomar— se encuentra dentro de un cortijo propiedad de la SAFA. Los habitantes de la pedanía reclaman a la institución educativa, a la Junta y al Ayuntamiento que tomen cartas en el asunto y eviten que la atalaya se pierda. Alertan de que está “desmochada” —con pérdida de sillares en la parte superior— y que hay un grieta “amenazadora”.
La movilización de los fuentealameños —residentes en la aldea o fuera de ella es notable—. De hecho, se ha constituido una plataforma presente, por ejemplo, en la red social Facebook. Entre las medidas impulsadas está la recogida de firmas, tanto físicas como a través de www.change.org. Este sábado, con motivo de las fiestas de la Virgen del Rosario, se intensificará la campaña de recepción de apoyos. Por otro lado, el Defensor del Pueblo andaluz ya ha admitido a trámite la queja presentada por el colectivo Amigos Torre de Fuente Álamo. El órgano que encabeza Jesús Maeztu ya ha requerido información al Ayuntamiento y a la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte. La petición formulada denuncia “la pasividad e inacción de las administraciones públicas, que no viene ahora, sino desde siempre, con respecto a dicho monumento”. El texto reivindicativo añade que ni las figuras de protección ni la “actuación por omisión” municipal han servido para nada hasta el momento.
Uno de los impulsores de la plataforma, Domingo Pérez —afincado en Almería— destaca el valor sentimental que supone la atalaya para los habitantes de la zona, pese a que, al encontrarse dentro de un recinto privado, el acceso no está abierto al público. Por ello, insta a que se dé una solución antes de que resulte demasiado tarde. “Para La Mota viene mucho dinero, pero la torre también es patrimonio”, asegura este hombre, quien destaca que, muy cerca de ella, se hallaron setenta tumbas de época islámica. Pérez, además, llama la atención sobre la necesidad de aumentar la seguridad en la villa romana de Fuente Álamo. Los vecinos destacan que el yacimiento no se ha puesto en valor.

07 oct 2015 / 12:52 H.