Sierra de Segura.- Puente de Génave estudia cultivar trufas en los suelos de los olivares

El Ayuntamiento de Puente de Génave estudia diversos aprovechamientos del suelo del olivar con cultivos que tendrán un ciclo de invierno. La producción de trufa es una de las plantaciones que se barajan en estos momentos. 

    03 nov 2011 / 10:58 H.

    El municipio de Puente de Génave sustenta su economía en un olivar que es, mayoritariamente, de secano y de baja producción. Por eso, con el objetivo de complementar las rentas de los agricultores y dar un nuevo aprovechamiento al suelo que ya poseen, el Ayuntamiento da los primeros pasos para investigar nuevas fórmulas que permitan diversificar la economía local y obtener un mayor rendimiento de los campos de olivar de la comarca de la Sierra de Segura. Una de ellas podría ser la siembra de cultivos compatibles con el olivar, por tener un ciclo de invierno. Por eso, ante la llegada, en diciembre, de la nueva estación, en breve comenzarán las investigaciones que se realizarán en la finca La Vicaría, de titularidad municipal, con el apoyo de la Diputación Provincial de Jaén.
    La producción de trufa es una primera experiencia con la que se pretende estudiar las posibilidades de producir alguna de sus variedades en terrenos de olivar. Esto, no obstante, variará en función de las características de la tierra. Eso condicionará que sea una especie u otra la más idónea para cada uno de los olivares. Lógicamente, la trufa está asociada a la micorrización con alguna planta huésped, es decir, habría que aprovechar estos terrenos para realizar cultivos mixtos a priori con quercus, pinus o cistus. En principio, por las características del terreno, parece que la especie más propicia es la cistus albidus o jara blanca, que, al ser arbustiva, competiría menos con el arbolado del olivar que otra especie arbórea.
    Según los datos facilitados por el Ayuntamiento puenteño, el desarrollo del proyecto se podría realizar sembrando, directamente en el olivar, las especies ya micorrizadas en vivero y, por otro lado, ejecutar la micorrización directa en campo sobre especies ya adultas. Con esta experiencia se pretende también, y a modo divulgativo, plantar ejemplares de olivar micorrizados, lo que supondría ahorro y beneficios posteriores.
    Aparte, se realizará un cultivo experimental de diferentes especies de leguminosas asociadas al olivar. En los sistemas de producción en los que no es posible utilizar materias orgánicas externas o no interesa por diferentes motivos, como purines, estiércoles o lodos, existe otra posibilidad de incorporar materia orgánica al suelo y esta es la realización de cultivos para enterrar completamente su biomasa, los llamados abonos verdes. Estos cultivos tienen además una función significativa de lucha contra la erosión. Francisco Juan Torres Higueras/Puente de Génave