Ser más tonto que Abundio
Es un conocido dicho que solemos utilizar para referirnos a personas que presentan unas capacidades cognitivas, digamos, un tanto adormecidas, vamos, que son tontos. Pues bien, parece que el personaje existió entre los siglos XVII y XVIII en Córdoba y se le achaca el haber pretendido regar “con el solo chorrillo de la orina de su miembro”, un cortijo. Después de tal hazaña no es de extrañar que su nombre perdurara por los siglos.
Pepi Pérez / Jaén
Pepi Pérez / Jaén
15 ene 2015 / 15:30 H.