'Sentía la obligación de dar a conocer lo que fue el Cemas'

Ignacio Frías/Jaén
El libro se titula Compromisos. En sus páginas Ana María Quiles da testimonio de una experiencia única y, sin duda, irrepetible, en el ámbito de la enseñanza: la creación del Centro de Estudios de Maestras Auxiliares Sociales (Cemas), que puso en marcha, en Siles, Esteban Ramírez Martínez, y del que ella fue alumna.

    06 mar 2012 / 11:50 H.

    Dicho centro estuvo activo desde 1962 hasta 1976. El libro se presentará mañana, a las siete y media de la tarde, en el Aula de Cultura de la Diputación Provincial de Jaén. 
    —¿Por qué ha elegido esa palabra, Compromisos, para el título de su libro?
    —Porque engloba todo ese periodo de tiempo de mi trayectoria profesional. Yo fui, en su momento, estudiante del Cemas, que creó Esteban Ramírez para el desarrollo comunitario.
    —¿Se siente orgullosa de su paso por el centro de estudios?
    —Yo me siento, más que de ninguna otra cosa, muy orgullosa de mi tiempo de dedicación y de mis estudios en el Cemas.
    —¿Qué es lo que cuenta en el libro de esa experiencia que, por lo que dice, debió marcar profundamente su vida?
    —El libro surgió porque yo hice los cursos de doctorado en la Universidad y tenía que hacer la tesina inicial a la tesis doctoral. Pensé que la experiencia del Cemas no era suficientemente conocida en la provincia de Jaén, a pesar de que tuvo mucho que ver con su desarrollo y con su despegue, sobre todo en la Sierra de Segura, y con todos los movimientos políticos, sociales y sindicales de antes y después de la democracia. En todos esos movimientos estábamos las mujeres del Cemas. El responsable del proyecto era Esteban Ramírez Martínez y yo lo hablé con él en su momento. Habíamos pensado hacer algo para que se conociera públicamente. Creo sinceramente que estas mujeres tuvieron mucho que ver con esos movimientos sociales en torno a la democracia. En el libro hago relatos y recojo testimonios del trabajo de cada una, no de todas, sino de una representación. Ellas explican cuál ha sido su compromiso en la sociedad. Alguna incluso estuvo en la cárcel.
    —¿Qué tipo de mujeres son?
    —Mujeres sencillas, que no han destacado por grandes cosas, pero su trabajo ha sido muy comprometido y no se conoce.
    —¿Cómo acabaron sus vivencias dando contenido a un libro?
    —Yo me sentí en la obligación de darlo a conocer. Empecé a hacer este trabajo de investigación y, al cabo de un tiempo, le interesó a la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Jaén y me dijo que quería publicarlo. Yo les dije que estaba encantada. Le di algunos retoques al trabajo de investigación y el resultado es este.
    —Usted fue testigo de la situación en la Sierra de Segura en los años 60 y mitad de los 70.
    —Yo pertenecí a la segunda promoción del Cemas. Antes hubo un primer grupo de mujeres, que vendrán a la presentación, y fueron las que empezaron el trabajo de desarrollo comunitario en la Sierra de Segura. En Siles estuve, como todas las de mi promoción, en contacto permanente con el Plan Orcera. Cuando terminamos de formarnos nos destinaron a  grandes municipios de la provincia. Entonces fue cuando Esteban Ramírez me ofreció hacer, desde Cáritas Diocesana, un trabajo para la implantación de los servicios sociales en las parroquias de la Diócesis.
    —¿En qué consistía la acción social de las estudiantes?
    —En los tres años de estudio en el Cemas teníamos prácticas permanentes con la comunidad. Nuestro objetivo era que la gente conociera su situación y hacerla participar en distintos movimientos. Yo estuve en el primer movimiento vecinal, el de la Asociación de Vecinos Passo, del Polígono del Valle de Jaén. 
    —Se supone que correrían riesgos por los años que eran, con el franquismo aún vigente.
    —Corrimos muchos riesgos. Por hacer una convocatoria vecinal tenías problemas con la Policía.
    —Cuente una anécdota.
    —En Jódar se habían caído unas viviendas y le pedimos al obispo Félix Romero Mengíbar dinero para reconstruirlas. Nos dijo que el Obispado no tenía dinero. Le contestamos que él viajaba en Mercedes. El obispo se calló. Días después vendió el Mercedes y entregó el dinero para las viviendas de Jódar.
    Su prioridad: Mujer, igualdad y los temas sociales
    Es de Linares y vive en Jaén desde hace 40 años. Desde muy temprana edad se vinculó con los temas sociales, políticos y que afectan a la mujer en una búsqueda incansable de la igualdad y la justicia social. Su punto de partida los sitúa en su paso por el Centro de Estudios de Maestras Auxiliares Sociales (Cemas) que puso en marcha, en Siles, Esteban Ramírez Martínez. Allí se formó y tomó verdadera conciencia de las cosas que para ella serían importantes y por las que habría de luchar.
    Tras cuatro años en el Cemas, Ana María Quiles se desplaza a Jaén para trabajar desde Cáritas Diocesana en la implantación de los servicios sociales en las parroquias, con el apoyo de Esteban Ramírez. Cinco años después se integra en Aprompsi para dar a conocer el movimiento asociativo. El entonces presidente de la Diputación, Leocadio Marín, le pide que ponga en marcha el Patronato de Servicios Sociales. El tema de la mujer ha sido el epicentro de su trabajo. También ha presidido el Consejo Social de la Universidad de Jaén y, actualmente, dirige el Consorcio de Transportes del Área de Jaén.