Real Jaén. La gloria del ascenso se acerca si se logra botín en Ponferrada

José R. Casado / Jaén
El Real Jaén comienza hoy, a las ocho y media de la tarde, en el Estadio El Toralín, la segunda eliminatoria de ascenso con el reto de regresar con renta de Ponferrada. Íñigo Ros no se recupera y es baja por lesión en el once de Terrazas. 

    31 may 2009 / 08:49 H.

    El partido es un aperitivo de lo que está por venir. La Ponferradina eleva el listón de dificultad, una vez superado con nota el cruce con el Leganés. El rival de esta tarde desprende aroma a Segunda A y Primera División. Futbolistas como Óscar de Paula, Rubén Vega, Dani Borreguero o Jonathan Valle prestigian la cita.  Especialmente curiosa es la trayectoria de este último. Despuntó como figura en sus inicios en Brunete, a la par que Iniesta, y su proyección quedó estancada en Santander y Málaga. Mientras uno brilla con su equipo en el cielo de Europa, el otro busca resurgir en Ponferrada. Lo cierto es que, a sus 24 años, Jonathan Valle atesora condiciones para recuperar un sitio entre los elegidos. Lo demostró ante el Polideportivo Ejido y quiere volver a dejarlo patente frente al Real Jaén. Junto con De Paula y Dani Borreguero, representa una triple amenaza para el cuadro de Terrazas. Entre los tres acumulan 39 goles en la presente campaña. Sin duda, su duelo con la mejor defensa de la categoría sugiere emociones fuertes. El vencedor de esta batalla decidirá, en parte, el encuentro.  
    Desde Ponferrada, pese a la exhibición de fútbol ante el Poli, se profesa respeto por el Real Jaén. El motivo responde a la naturaleza rocosa que caracteriza al cuadro jiennense. Incomoda su  presión, intimida su máxima rentabilidad al error ajeno. Los leoneses temen enredarse en la telaraña blanca. No deben olvidar, pese a todo, partidos como el de La Victoria ante el Leganés. Geni o Arriaga, en la otra balanza, también tienen pedigrí de Primera División y resuelven encuentros. El vasco lo hizo en la ida en Butarque y el asturiano remató en la vuelta. Su cóctel de sacrificio y puntería resultó portentoso. El 5-0 final y la fiesta en casa fortalecieron la mentalidad de la plantilla, que hoy pretende salir con ventaja de El Toralín. No estará sola. Unos 350 seguidores desafían a la distancia y arroparán al equipo en Ponferrada. Quieren exprimir el sueño del ascenso, kilómetros aparte. Hoy animarán desde las gradas a los futbolistas jiennenses, pero no a su capitán.
    Finalmente, la prudencia puede al riesgo y el navarro se pierde la cita por una lesión muscular. Sus molestias al golpear el esférico  invitan a ser cautos y, desde ayer, ya saca brillo a sus galones para la vuelta. Galdós, Dani Guerrero o, incluso, Fabios se perfilan como sustitutos. Salvo la duda de Espín o Galera en el lateral derecho, la alineación dispuesta por Terrazas será similar a la de los últimos choques.
    Tampoco hay lugar para la nostalgia en la otra orilla. El tándem técnico formado por Jesús Tartilán y Tomás Nistal no cuenta con ausencias importantes, lo que se traduce en once de gala y peligro constante. Ambos se hicieron cargo del equipo tras la destitución de Ángel Viadero, allá por febrero. El cuadro leonés, esculpido para el ascenso en base a uno de los presupuestos más elevados, se caracteriza por la irregularidad. Alterna tardes mágicas con noches de ausencias. Logró el acceso al play-off desde la tercera plaza, con 63 puntos. Ganó 18 partidos, empató 9 y perdió 11. Junto con los futbolistas citados con anterioridad, uno de los puntos fuertes de la Ponferradina es su poderío como local.  En El Toralín ofrece una estadística de 10 victorias, 7 empates y sólo 2 derrotas. Hoy, por cierto, la Ponferradina y el Real Jaén se miden por primera vez en la historia. El destino les reserva un momento para privilegiados.