Real Jaén.-Juanma, el líder inesperado

Sin hacer mucho ruido, casi en silencio, Juan Manuel Espinosa Valenzuela (Arbuniel, 1984) se ha convertido en el héroe inesperado, en el jugador en el que más confía Manolo Herrero para canalizar el juego del Real Jaén. “Sabíamos que era un buen futbolista y que respondería a las expectativas, pero el nivel que ofrece es mayor al que esperábamos”, reconoce el entrenador. Y no le falta razón porque los números de Juanma constatan su excelente rendimiento. Ha jugado 23 partidos de Liga y dos de la Copa del Rey. Totaliza entre las dos competiciones 1.935 minutos. Solo ha faltado a dos convocatorias, por estar sancionado. Es insustituible para Herrero. “Juanma tiene muchas virtudes, pero la principal es que es un futbolista completo. Es muy bueno en la faceta defensiva, porque recupera muchos balones, y tiene mucho criterio para jugar la pelota en ataque”, relata el técnico.
Sus virtudes afloraron el domingo ante el Caravaca. Dio un par de asistencias de enorme talento, al espacio libre, al estilo “Laudrup”, y marcó un gol que valió una victoria y la posibilidad de acercarse a la promoción. El gesto técnico fue preciso y elegante, sin duda, lo mejor del remate de cabeza. No es el único tanto que ha marcado. Ya hizo otro en Melilla que tuvo el mismo efecto. Fue el del triunfo, el que facilitó, como el del domingo, los tres puntos. Sus goles han sido un referente, como su sorprendente capacidad para liderar el juego en mediocampo. “Es un futbolista que nos aporta enorme equilibrio”, advierte el entrenador.
“Nunca hubiera imaginado lo que estoy viviendo”, admite sin tapujos Juanma. “Me encuentro feliz y con muchas ganas de hacer historia en el Real Jaén. No quiero ser un jugador de paso”, apostilla. Fiel seguidor del Real Madrid, aunque admira el juego del Barça, el medio sigue el patrón que le marca Xavi e Iniesta, sus grandes ídolos. “Nuestro juego se asemeja al de ellos, salvando las distancias”, precisa. Y se muestra solidario en el elogio: “Lo que soy ahora se lo debo a mis compañeros. Hay un grupo sensacional”, indica. A sus 27 años —pertenece a la quinta de Manu del Moral, con el que coincidió en la EM Jaén— ha alcanzado la madurez y ese toque preciso para desequilibrar un partido. No ha notado venir de una categoría inferior y ha asimilado las exigencias de Segunda B, una categoría que conocía por su paso, fugaz en algunos casos, por el Alcalá, el Onteniente y el Burgos. Tiene la naturalidad de un futbolista al que aún le queda mucho por descubrir. Seguramente, ha forjado su carácter en el elevado número de camisetas que ha vestido. Ahora exhibe la blanca del Real Jaén, con el orgullo de defender al equipo de su provincia y con la esperanza de llegar a una promoción que anhela. “Todos creemos que es posible”, proclama convencido.