Que no vuelva a suceder

A menudo es más importante y productivo poner los medios para impedir que algo trágico vuelva a ocurrir, que buscar culpables o responsables directos de lo sucedido.

    08 jul 2015 / 10:39 H.

    Un menor ha fallecido ahogado en la piscina municipal de La Salobreja de la capital, de noche, cuando las instalaciones se encontraban cerradas al público. Un fatal accidente, según ha determinado la autopsia, acabó con la vida de un chico que dentro de unos días cumpliría la mayoría de edad, ante la impotencia de sus amigos, de los que estaban cerca jugando y acudieron en su ayuda y del personal sanitario que, pese a todos los esfuerzos, no pudieron reanimarlo después de sacarlo del fondo de la piscina. Como es lógico, desde la Junta de Andalucía se ha abierto una investigación, al encontrarse la víctima acogida en el centro de menores Carmen de Michelena de la capital. A la vez, el Ayuntamiento se apresuró a recalcar que las instalaciones estaban cerradas, mientras acusaba también al grupo de amigos de realizar actos vandálicos. Esa apreciación parece que sobraba, sobre todo, cuando estamos ante un suceso en el que ha muerto un menor de edad.


    Ahora, con todas las investigaciones pertinentes abiertas, las declaraciones de los testigos en curso y las explicaciones desde fuentes municipales, habrá que dejar que el tiempo pase para determinar qué sucedió con exactitud y, sobre todo, dejar claro si la muerte de Issa podía haberse evitado. Lo bonito de esta triste historia es que todavía hay personas capaces de arriesgarse por un desconocido, sin pensárselo y que se angustian como si fuese un miembro de propia familia cuando ven que la vida se les escapa delante de los ojos.