¿Qué es el amor?
Cuando hablamos del amor, lo tomamos, simplemente, como una palabra sin más trasfondo que eso. Nos han enseñado, desde pequeños, a través de los medios de comunicación, que el amor es un sentimiento por el cual, un día, te ocurre algo maravilloso, conoces a esa persona y todo va bien.
Nos han enseñado a que, para encontrar el amor de nuestra vida, debemos ser, prácticamente, modelos de pasarela. Da igual si tenemos 24 doctorados y 320 ingenierías, eso no importa, gracias —o no— a los estereotipos con los que hemos crecido dentro de esta sociedad. De pequeñas, a las niñas les enseñan que deben prepararse para su príncipe azul. A los niños les enseñan que son seres que deben luchar, día tras día, por el amor de la persona que quieren y, por supuesto, defenderla y cuidarla. No sé. La verdad es que, pensándolo bien, si a mi pareja le digo que la tengo que defender, lo mínimo que me espera son unos cuantos improperios hacia mi persona. Yo creo que el amor es algo más que eso. El amor es complicidad, es misterio, confianza y, sobre todo, magia. El amor, para mí, es esa sensación que sientes, con alguien que ni te imaginas y sin saber ni cómo. Es esa sensación de no tener ganas, para nada, de mirar a otra persona porque sabes que la única que necesitas no es esa, precisamente. El amor es aguantar al otro, a pesar de la forma de ser que pueda tener. Eso es el amor. No lo que nos han vendido algunos grandes almacenes y su séquito de guerreros “Illuminati”, que se basan nada más que en el dinero.