"In memorian"
Desde Jaén. Ha fallecido un buen amigo mío y de mi marido, y de todos cuantos le conocían, Pepe Cruz Hueso, barbero de profesión y componente del Orfeón Santo Reino, al cual pertenece también mi marido. No ha muerto ningún gran personaje, ni una persona que ostente título universitario, pero sí un ser único, por su bondad, su humanidad, su simpatía, por su vitalidad, su lucha hasta el final contra su cruel enfermedad, sin perder nunca la esperanza en su curación. Creo que aquí, en la Tierra, existen ángeles así como personas malvadas.
Él era un ángel, y como mínimo, merece este homenaje mío, en forma de un pequeño artículo, escrito con el corazón. Gracias, Pepe, por el regalo que ha supuesto para todos nosotros haberte conocido, y el ejemplo que nos dejas. Sé que allá en el cielo, estás cantando a Dios cara a cara, como hiciste aquí abajo, sin conocerlo aún. Quiero mandarte un abrazo muy fuerte, Mari Carmen. Otro ángel, otro regalo, que tenemos el honor de conocer y disfrutar. Siento no poder estar en el entierro de Pepe, pero sabes, como esposa suya, que lo siento muy presente. Hasta siempre, querido amigo. Pide por nosotros para que un día cantemos todos juntos, en la Tierra prometida, el “Aleluya” de Haendel, ó el “Gloria” de Vivaldi, al Dios de la vida. Concepción Agustino Rueda