Propuestas solidarias para cobijar al hombre que vive en un bosque
Inmaculada Espinilla/Jaén
Cuando es necesaria, la solidaridad aparece. Se demuestra en Francisco López, el jiennense que vive, desde hace dos años, en un bosque de la capital. Personas de dentro y fuera de la provincia se ofrecen para darle cobijo hasta que su situación mejore. Él prefiere esperar por si surgen más propuestas.

Cuando es necesaria, la solidaridad aparece. Se demuestra en Francisco López, el jiennense que vive, desde hace dos años, en un bosque de la capital. Personas de dentro y fuera de la provincia se ofrecen para darle cobijo hasta que su situación mejore. Él prefiere esperar por si surgen más propuestas.
Ha sabido plantarle cara al destino y su coraje le ayudó a subsistir durante más de dos años en una tienda de campaña en un bosque de la capital. Francisco López espera que un giro inesperado le devuelva algo de suerte. Quizá, su deseo se haga realidad en poco tiempo.
La publicación de su historia, en la edición de Diario JAEN del pasado 2 de abril, tuvo más repercusión de la que él esperaba. Su caso conmovió a la sociedad y ha despertado la solidaridad y las buenas intenciones de personas, que no tardaron en localizarle para ofrecerle su ayuda y un techo en el que cobijarse.
Uno de ellos es el empresario Francisco López Bonilla, propietario del camping “Complejo la noria”, de Úbeda. “Le he ofrecido una cabaña individual y comida durante el tiempo que lo necesite. Él me podría ayudar en el mantenimiento de las instalaciones”, comenta.
El hostelero, junto con su mujer, Dolores García, tiene claro que se trata de un acto solidario y que hay que ayudar. De hecho, no es la primera vez que lo hacen. Hasta hace poco han alimentado a una familia y, también, ofrecen sus cabañas a precios más reducidos a personas divorciadas que no pueden pagar el alquiler de un piso.
“No es que nos sobre espacio, pero es caridad. Hay que ayudar”, señala el empresario, que explica que ya se puso en contacto con Francisco López. “Me costó localizarle, pero, al final, lo he conseguido después de muchas llamadas”. Su respuesta le llamó la atención, ya que, en un principio, dejará que pasen unos días para ver lo que ocurre. “Quiere ver si le llegan otras propuestas. A mí no me importa. Le he dejado mi teléfono para lo que pueda necesitar”, concluye.
Esta es una de las ofertas de un techo recibidas por Francisco López. Según relata, una vecina de Madrid también se puso en contacto con él para proponerle que se fuese a la capital española a probar mejor suerte. “Me dejaba una habitación y me daría la comida. Vive en una casa de las afueras y yo la tendría que ayudar en lo que fuera necesario. Sin embargo, no me he decidido”, asegura.
Y es que, según señala, su esperanza está puesta en la reunión que mantendrá, el viernes 8 de abril, con los Servicios Sociales del Ayuntamiento. “Espero que me den una solución, porque hay muchos pisos vacíos. Yo lo que en realidad deseo es un trabajo que me permita ser independiente, porque ya estoy al límite”, dice. Es verdad. Sus ahorros se agotan y apenas le queda comida. Depende de lo que le den y, sin embargo, no pierde la esperanza y prefiere esperar un futuro mejor.