Productos artesanos desde 1875
Si un negocio destaca en Linares por su carácter familiar, tradicional y puramente artesanal ese es, sin duda alguna, la Panadería Leonarda. Ubicado en la planta baja de una vivienda de la calle La Cruz, a escasos metros del representativo Paseo de Linarejos, este histórico despacho de pan funciona, en la ciudad, desde el año 1875.

Hasta cinco generaciones han pasado por el horno y el mostrador de esta señera panadería linarense, famosa en el municipio y en numerosos puntos de fuera por sus exquisitas tortas caseras de manteca y azúcar. Toda una delicia para el paladar, que ha sido la merienda de miles y miles de vecinos a lo largo de casi siglo y medio de trayectoria empresarial.
“En tiempos de mi bisabuela ha habido hasta tres turnos para poder atender a los mineros cuando iban y venían de trabajar”, afirma Daniel Torres, propietario. Además de las suculentas tortas, también son de elaboración propia y cien por cien artesanal otros productos de “La Leonarda”, como el pan de tahona, las magdalenas o los dulces caseros. Recetas tradicionales que se mantienen vivas en el tiempo gracias a la dedicación familiar de una saga panadera que trabaja, día a día, con gran ilusión por ofrecer lo mejor de sí a su fiel clientela.
“Lo más importante es dar calidad, un producto que guste, un buen precio y, por supuesto, ser formal con el cliente para que la gente responda”, añadió Torres. Una labor que ha permitido a este negocio prosperar y mantenerse, pese a las dificultades, como una seña gastronómica de la ciudad.