Pantanos y embalses que rebosan agua, reserva de vida

El agua mana de las piedras en una temporada de cuantiosas lluvias, con los pantanos y embalses de la provincia en cifras casi históricas. El abastecimiento humano y el riego está garantizado para los próximos tres años, aún en el caso de que no cayese ya una gota de aquí en adelante. Ese gran tesoro que es el agua ha dejado de ser un bien escaso merced  un año hidrológico que, hasta ahora, ha sido más que generoso. Desde el mes de octubre se han registrado 454 litros de lluvia, de manera que el porcentaje medio de los embalses supera el 83 por ciento, con datos especialmente llamativos como el pantano del Tranco, el de mayor capacidad de la provincia, en el que se han recogido en este tiempo 687 litros de precipitaciones. Los números son elocuentes en sí mismos, con el añadido de que la gran mayoría de los pantanos jiennenses se han visto obligados también a aliviar agua para tener capacidad para asumir los nuevos aportes que se esperan. En semejante panorama de absoluta bonanza hídrica, no hay que perder de vista los complicados periodos de sequía por los que cíclicamente atraviesa la provincia, en los que numerosos municipios sufren cortes sistemáticos de suministro, sobre todo, en época estival. El hecho de que la climatología haya favorecido que las reservas se vean llenas no implica, como es obvio, que la situación vaya a perdurar en el tiempo. Precisamente, la construcción de la presa de Siles, un polémico proyecto que arrancó en 2008 con décadas de retraso sobre lo previsto, solucionará el problema endémico de agua en la zona de Segura. No hay que olvidar que las campañas de ahorro de agua deben sostenerse, más si cabe, en épocas de bonanza como la actual. Sólo así se puede ganar camino en la concienciación social que tanto representa en este como en otros asuntos, a la hora de un consumo responsable y sostenible. 

    29 ene 2011 / 09:56 H.