Padilla y Rafaelillo se sobreponen a una difícil corrida de Cebada
ENRIQUE ALONSO / ÚBEDA
La tarde fue para tipos duros en la que Padilla y Rafaelillo se sobrepusieron a una complicada corrida de Cebada Gago y le cortaron una oreja. Y eso que a Rafaelillo lo cogió el toro dos veces para matarlo y lo perdonó cuatro más.

La tarde fue para tipos duros en la que Padilla y Rafaelillo se sobrepusieron a una complicada corrida de Cebada Gago y le cortaron una oreja. Y eso que a Rafaelillo lo cogió el toro dos veces para matarlo y lo perdonó cuatro más.
Por suerte, lo único que le rompió fue el vestido. Sin duda, una lidia con algunos pasajes de terror en la que los animales miraban mucho a los toreros hasta el punto de tenerlos marcados en cada pase, tenían una presencia imponente en el ruedo, los pitones se veían tremendamente astifinos, rompían las tablas como si la madera se hubiera convertido en cartón piedra, evidenciaban terribles querencias y derribaron hasta a tres picadores. Además, hacía aire.
Juan José Padilla tuvo un primer toro casi imposible. Por el pitón derecho, mejor ni ponerse. Y, por el izquierdo, siempre con la ayuda. Estuvo valiente y aprovechó las fuertes querencias para intentar torear, pero no fue suficiente. En cambio, en el sexto se fajó y estuvo tremendamente dispuesto y muy torero. Fue capaz de exprimir a un toro que puso en aprietos a toda la cuadrilla. Le atacó y dio un zapatillazo cuando hizo falta. Al final, interpretó unas personales manoletinas y se llevó un apéndice.
Rafaelillo se llevó otra del séptimo. Antes, en su primero, no pasó nada. El toro fue muy complicado y Rafaelillo le cortó la oreja porque se jugó la vida. La gente lo vio dos veces por los aires y casi cogido otras cuantas más. El toro era tan grande que en cada derrote le sacaba una cuarta.
El Fundi estuvo mal. El primero le dio pocas opciones. Se quedaba muy corto y estaba orientado. En ocasiones, le puso los pitones en el pecho. Aquí, el público entendió que no había opciones. En cambio, en su segundo, la gente se enfadó y acabó abroncándolo. Quizá el Fundi viera que no tenía faena, pero la mayoría de la plaza se quedó con la duda. El torero casi ni se puso delante.
Juan Luis Pizarro tuvo el toro de la corrida. Salió en cuarto lugar, era obediente y tenía una arrancada larga y con mucha transmisión. Había que esperarlo, ponerle la muleta, darle el toque y estar muy firme. Sin embargo, le dudó y el de Cebada se enteró de qué iba la película. En su defensa es justo decir que nadie esperaba un animal así y que el torero ubetense no lidia tanto como los otros y eso se nota. El octavo tuvo una presencia imponente en la arena. Daba miedo sólo verlo. Tampoco pasó nada.
PLAZA DE TOROS DE ÚBEDA
Ganado: Se lidiaron siete toros de Cebada Gago y uno de Carmen y Araceli Pérez, que salió en tercer lugar. Tuvieron buena presentación. Primero, segundo y séptimo fueron imposibles. Tercero, quinto, sexto y octavo tuvieron dificultades. El cuarto fue un gran toro.
Toreros: El Fundi, silencio y bronca
Juan José Padilla, ovación y oreja.
Rafaelillo, ovación y oreja.
Juan Luis Pizarro, ovación y silencio.
Incidencias: Media plaza en la tercera corrida de abono de la Feria de Úbeda.