Paco necesita una silla

Paco necesita una silla para salir a la calle. Sus padres no quieren que pase un día más “encerrado” en su piso de la calle Pintor Nogué, sobre todo, porque se les “parte el alma” cuando les pide que le den un paseo por Jaén y le tienen que poner una excusa porque no pueden bajarlo.

10 jul 2015 / 09:42 H.

Francisco Mora Carrillo es víctima de un accidente. Era funcionario de prisiones, pero un desgraciado golpe con una bicicleta le cambió la vida para siempre. Ahora lo tienen que levantar y que acostar y, en ocasiones, se ven obligados a contar historias para calmar su ansiedad. Su cerebro sufrió lesiones muy importantes al chocar contra el suelo el 26 de junio de 2013 en el Cordón Verde de Jabalcuz. Pero eso no quiere decir que esté “en otro mundo”.

“En ocasiones, me pide las llaves de su piso y me dice que se va allí a vivir. O le dice a su padre que le saque la ropa con la que se vestía en la prisión porque tiene que marcharse a trabajar. Intentamos conformarlo como podemos, pero muchas veces es imposible y se pone a gritar”, explica su madre, Rosario Carrillo. Sin embargo, el problema que tiene ahora Francisco Mora Carrillo —o Paco, como a él le gusta que le llamen— es que quiere salir a la calle para ver a la gente y disfrutar de su Jaén y no puede. Tiene una silla de ruedas y, pese a que vive en un tercer piso, se las apañan para bajar en el ascensor. El problema pasa porque Paco tiene 58 años. Su padre ya suma 81, mientras que su madre cuenta con 79. Y, por mucha fe que le pongan, no pueden empujar la silla de ruedas. Además, Jaén y sus cuestas tampoco se lo ponen nada sencillo. Por eso, buscan una silla con un pequeño motor que la puede guiar la persona que debería de empujar. “Me he recorrido todo Jaén. He ido a la Seguridad Social, a la Junta y hasta asociaciones. Y hasta ahora no la he conseguido. Hace unas semanas, me llamaron del Hospital y me dijeron que estaban pendientes para ver si me podían prestar alguna, pero, por el momento, nada de nada”, explica.

Lo llamativo es que una silla no vale tanto. Su madre afirma que hay muchas por unos mil euros, aunque aclara que ellos no pueden asumirla. El gasto médico y farmacéutico, el de los cuidadores y el de la asociación a la que acude cada día se llevan la pensión que le ha quedado a Paco y parte de la suya. Por eso, piden ayuda para conseguirla.

Fue atropellado por una bicicleta

Francisco Mora Carrillo sufrió un grave accidente hace dos veranos. Era funcionario de prisiones y salió el 26 de junio de 2013 a caminar por el Cordón Verde de Jabalcuz, ya que le gustaba mucho la fotografía y era aficionado a tomar imágenes de los amaneceres jiennenses. Sin embargo, ese día, fue embestido por un ciclista y cayó al suelo con la mala fortuna de que se dio un fuerte golpe en la cabeza. Estuvo 41 días en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Neurotraumatológico. Su familia, incluso, accedió a realizar una donación de sus órganos si, al final, no se producía el milagro que esperaba. Sin embargo, empezó a mejorar y pasó a planta. El 13 de agosto de 2013 fue trasladado al hospital Doctor Sagaz, conocido como El Neveral. Allí comenzó una lenta recuperación, pese a que cuenta con daños cerebrales muy serios. Estuvo hasta el 28 de mayo de 2014. Ese día, fue trasladado al domicilio de sus padres para que lo cuidaran. Todas las mañanas, acude a Adacea —Asociación de Daño Cerebral Adquirido de Jaén— para seguir con la recuperación.

Sus padres han contratado a un trabajador, que acude cada mañana para levantarlo y asearlo antes de que lo recoja el autobús para acudir a las terapias. La familia tiene mucha fe en que su recuperación siga, pese a que es consciente de que existen lesiones que son irreversibles.