Oficios artesanos que miran a sus orígenes al tiempo que a su futuro
En pleno apogeo de lo que se denomina el mundo 2.0, lo artesanal y hecho a mano mantiene su sitio. Así, pequeños talleres artesanos y gran cantidad de oficios y artistas proliferan en muchos de los municipios de Jaén. 'En nuestra provincia podemos presumir, entre otras cosas, de la variedad de artesanías que tiene. Sin ir más lejos, por ejemplo en Bailén relacionadas con la cerámica y la alfarería, aunque cada vez se separa más de este tipo de producción con la industrialización; también la alfarería de Andújar, el mimbre de los Villares o la producción en las zonas de sierra, incluida la alimentaria como el queso o la miel, entre otras muchas', explica el presidente de la Asociación de Profesionales Artesanos de Úbeda, Melchor Tito.
En el caso de la ciudad Patrimonio de la Humanidad, que fue declarada recientemente Zona de Interés Artesanal de Andalucía, la singularidad se encuentra no solo en el número de artesanos, sino también en la calidad y variedad de los oficios que desempeñan. “El visitante que viene a Úbeda puede ver a un maestro forjando hierro, a veinte metros un alfarero y a doscientos un maestro cantero”, asegura.
Y es que aunque la rama artesana más fuerte es la que se encuentra relacionada con el noble oficio del barro, la alfarería, se trabaja desde la cantería, un oficio sumamente importante en la ciudad desde hace años, hasta la forja, las fibras vegetales, la madera tallada y artesonados, las vidrieras artísticas y faroles de metal, el cartón piedra —que supone una artesanía más novedosa— o la orfebrería.
Así, gran variedad de oficios a través de la aproximadamente treintena de talleres artesanos que tienen abiertas sus puertas en la ciudad, y en los que como denominador común, se produce poco, pero de extrema calidad, según sostiene Melchor Tito. Y no por ello sus artículos tienen precios elevados, como quizás en muchas ocasiones se puede pensar. “En el caso de nuestra alfarería, la forma de fabricación es cara. Primamos la calidad tremendamente por la idiosincrasia de nuestro oficio. Los colores y los brillos tienen que ser perfectos, y si no la pieza se desecha. Pero de cara a los mercados, está comprobado que tenemos los mismos precios que cualquier alfarería a nivel nacional”, asevera.
Un sector que no se ha salvado de la crisis, al considerarse quizás de los prescindibles “y en la mayoría de los casos quizás seamos de los que peor lo estamos pasando”. Así, el presidente de la Asociación de Profesionales Artesanos de Úbeda reconoce que se encuentran en periodo de adaptación para intentar subsistir actualizándose un poco para no quedarse estancados y situarse a la altura de lo que el mercado les reclama, “siempre conjugando con el oficio, puesto que se trata de una labor artesanal y no podemos modificar nuestra situación”.
También desde el colectivo pusieron en marcha hace unos años la marca de calidad, una denominación de origen que cataloga o da solvencia a la artesanía que se realiza desde la ciudad de los cerros: “Nos encontramos con muchos que aprovechaban la coyuntura y sus productos los vendían como artesanía de Úbeda sin serlo, y lo que conseguimos así es cualquier pieza realmente legítima y fabricada en Úbeda va certificada con esta etiqueta y numerada”, indica Melchor Tito.
Medidas con las que garantizar la calidad de los cuidados oficios tradicionales, de los que sabe mucho la provincia.
Mariela Soriano /Linares
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