La ruina de la "fábrica" de Dhul se agranda con otro incendio
a fábrica que Dhul dejó a medio construir en la capital vuelve a salir ardiendo. Las llamas devoraron unos 800 metros cuadrados de material aislante que se encuentra esparcido por el suelo de esta “nave fantasma”, ubicada en el Parque Empresarial Nuevo Jaén.

De esta forma, el que iba a ser el principal proyecto industrial de la ciudad se está reduciendo, poco a poco, a cenizas. En este caso, la expresión va más allá de la literalidad. Y es que la ruina del edificio, en el que se invirtieron miles y miles de euros de dinero público, se sigue agrandando poco a poco debido al abandono total de estas instalaciones.
Los Bomberos de Jaén tardaron más de una hora en sofocar este segundo incendio en el interior la nave —el primero se registró el pasado 25 de junio—. Todos los indicios apuntan a que el siniestro fue provocado. Comenzó a una hora poco habitual —las cinco menos cuarto de la tarde— y en una nave semiderruida en la que no hay corriente eléctrica. Así que es más que probable que la mano del hombre esté detrás de este siniestro.
El fuego es un episodio más en la lista de “catástrofes” que han sufrido estas instalaciones, ubicadas en la parcela donde se levantaba la antigua factoría de Cárnicas Molina —después Primayor—. Este proyecto industrial se gestó después del cierre de esta última empresa, que supuso el despido de 145 trabajadores. La Junta fraguó un plan industrial, que se apoyó en los proyectos empresariales de dos firmas: Proasego y Dhul. La primera ni tan siquiera echó a andar. La segunda, perteneciente a la Nueva Rumasa de la familia Ruiz Mateos, sí que se puso manos a la obra y comenzó los trabajos de construcción de una factoría en la que se iban a fabricar platos precocinados con la marca “Chef Dhul”. La Junta invirtió unos dos millones de euros a fondo perdido.
La obra avanzó a gran velocidad, hasta que el tiempo demostró que esta sociedad era un gigante con pies de barro. Entró en quiebra en marzo de 2011. Apenas dos meses después, la construcción de la fábrica de Jaén se paralizaba. El edificio se quedó a medias por orden de los administradores judiciales nombrados por el juez que dirige Nueva Rumasa. Para entonces, la empresa ya debía la friolera de 6,7 millones de euros a los constructores de la nave.
El Juzgado de lo Mercantil de Granada que lleva este concurso de acreedores decretó la venta de todos los bienes del Grupo Dhul, entre ellos este edificio fantasma. De momento, no hay ofertas. Y, desde entonces, las instalaciones han sufrido un deterioro más que notable. Al principio, una empresa de seguridad custodiaba la nave. Después, se retiró la vigilancia, ya que no había dinero para pagarla. El recinto no tiene ni vallas que impidan la entrada. El expolio, los temporales y los incendios intencionados han hecho el resto y dejan el edificio en la ruina, al tiempo que recuerdan a los jiennenses la existencia de una fábrica fantasma en la que se han desperdiciado miles y miles de euros de dinero público.