Misterios y leyendas jiennenses

No es Halloween, pero disfrutaron de un pasaje terror, en vez de en una casa, en la ciudad entera de Jaén. ¿Quién dijo terror? Setenta jiennenses se atrevieron a participar en la II Noche del Miedo, una visita inquietante guiada y teatralizada organizada por “Baraka Project”.

29 dic 2014 / 10:33 H.

 

En lugar de ver a Fredy Krugerconocieron el susto de la mano de un vagabundo. Incluso cambiaron a la niña del exorcista por la noble que “deambula” por el Colegio de Arquitectos. Lejos de perseguirles un enmascarado armado con una motosierra, lo hizo un extraño monje. Mezclaron los personajes más terroríficos de la historia y las leyendas de Jaén con escenarios como la iglesia de San Ildefonso o el Palacio del Condestable Iranzo, en torno al que permanecen vivas las historias más rocambolescas y fantasmales de Jaén.

Partieron desde la iglesia de San Ildelfonso—allí conocieron los fenómenos paranormales que circulan en torno a este edificio— e hicieron, posteriormente, un recorrido guiado por el Jaén de los fantasmas, los enigmas y los muertos que aún miran al presente desde el pasado y las piedras. Así, de la mano de la guía “oficial” Eva de Dios y de Miguel Ángel Karames conocieron un itinerario creado por Viviana Alcántara para “Baraka Project”. Los actores Jesús Tíscar, Quique Escobedo y Virginia Carrascosa fueron los encargados de reencarnar a los personajes del pasado y contar algunas narraciones famosas de Jaén.

El recorrido transcurrió por el callejón de la Mona, la Catedral y la calle Llana. Hicieron parada en el Colegio de Arquitectos, sobre el que gira el misterio. “Una de las actrices recreó a la joven aristócrata que, cuenta la leyenda, deambula por allí”, explicó Miguel Ángel Karames, quien expresó que hubo también un gran inquisidor de Jaén, una vieja bruja e incluso revivió San Juan de la Cruz, que recitó algunos versos y habló de su paso por Jaén. Finalmente, en el Palacio del Condestable se representó la leyenda de la cruz del Pósito, donde dos hombres lucharon por el amor de una mujer y uno de ellos, al morir, se apoyó en la columna. Desde entonces, su mancha de sangre “sigue clavada” en el lugar. En este sentido, las propias calles y algunos de los edificios más significativos de la capital del Santo Reino se convirtieron en tablas de esta original apuesta cultural. “El objetivo es que la gente conozca el patrimonio de Jaén de forma distinta, con monólogo y teatro ”, apostilló Karames.