Miguel Ricart hace escala en Jaén

Miguel Ricart hizo “escala” en Jaén antes de su nueva vida en libertad. El único condenado por el triple crimen de Alcàsser salió de la cárcel de Herrera de la Mancha y compró un billete de tren con destino a la capital del Santo Reino, pero no llegó. Se bajó en Linares-Baeza en busca del anonimato.

    30 nov 2013 / 09:39 H.

    Tenía por delante 170 años de prisión, pero la derogación de la doctrina Parot hizo que Miguel Ricart abandonara la cárcel de Herrera de la Mancha ayer a las 17:42 horas. Fue condenado en 1997. Salió con un pasamontañas que le cubría el rostro y tomó un taxi. Nadie lo esperaba. Su destino era un tren de media distancia que había salido a las 17:20 horas de la estación de Atocha con destino Jaén. Miguel Ricart debió de recorrer por carretera los 16 kilómetros que separan Herrera de la Mancha de Manzanares. Allí parece compró el billete. Su destino era la estación de Jaén.
    Algunos viajeros de ese tren aseguraban a la llegada a la estación de Jaén que advirtieron su presencia en Manzanares. Otros decían que no lo vieron hasta Valdepeñas —hay 49 kilómetros desde Herrera de la Mancha—. Sin embargo, la mayoría, cuando llegó a la estación de Jaén, ya sabía que había viajado con el único condenado por el asesinato de Miriam García, Toñi Gómez y Desirée Hernández —de 14 y 15 años—. El teléfono móvil y las redes sociales funcionaron rápido. No obstante, su comportamiento también hizo que casi todos sospecharan con rapidez. Miguel Ricart realizó todo el trayecto sentado con el rostro cubierto con una especie de pasamontañas. “No es habitual que un pasajero viaje con la cara tapada. Empecé a mirar por el móvil y vi que llevaba la misma ropa que el que salía en las noticias. Entonces, supe que era Miguel Ricart”, decía uno de los pasajeros a su llegada a la estación jiennense. “Sus ojos eran los mismos de ese joven del crimen de Alcàsser. Claros y muy despiertos. No me gustó como compañero de vagón”, comentaba otro. Además, había un viajero que apuntaba: “Pasaba por el tren con un caminar bastante altanero. Le mirabas y no le importaba. Como de aquí estoy yo y no tengo nada que temer”.
    Sin embargo, pese a que Miguel Ricart tenía billete para la estación de Jaén, se bajó 45 minutos antes. A las 20:39 horas, se apeó del convoy en Linares-Baeza. Allí intentó comenzar otra vida en el anonimato. El billete para Jaén fue para despistar. De hecho, periodistas y muchos curiosos lo esperaban en la capital, pero nunca llegó. Los viajeros decían mientras que tiraban de la maleta: “Ya no está. Se ha bajado en Linares”. Tampoco se quitó el pasamontañas para caminar por el andén, según narraban los pasajeros del tren que vieron cómo se confundía con otros viajeros en esta estación. “En Linares-Baeza se baja mucha gente. Lo hemos visto cómo se iba con su mochila cargada a la espalda”, contaban en Jaén.
    alarma social. Las redes sociales “echaban humo” con la salida de Miguel Ricart de prisión y con las informaciones que circulaban relativas a que había comprado un billete hacia Jaén. De hecho, a las 23:19 horas la tercera palabra que más se escribía en Twitter desde Jaén era “Ricart” y la octava, “asesino”. La cuenta oficial de la Policía Nacional en esta red social escribió un mensaje a las 22:30 horas que decía: “Ante la alarma generada por la posibilidad de que Miguel Ricart pudiera estar en Jaén o provincia, desmentimos esa información”.
    El portavoz oficial de la Comisaría de Jaén, Diego Moya, explicó a Diario JAEN que negaba que a esa hora el único condenado por la muerte de Miriam, Toñi y Desirée continuara en Jaén o en alguno de sus municipios. Aseguraba que estaba fuera de la provincia. No precisó cómo se marchó y mucho menos el destino. Hubo presencia de la Policía Nacional tanto en la estación de Jaén como en la de Linares-Baeza en torno al tren de media distancia que utilizó Miguel Ricart.
    Ya es un hombre libre, aunque con difícil acomodo en una ciudad por el crimen por el que hasta ayer cumplió condena. La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia acordó ayer su inmediata puesta en libertad. Estuvo en Jaén, pero la Policía Nacional asegura que se marchó. Su pena por el triple crimen de las niñas de Alcàsser ha terminado. Enrique Alonso / Jaén