Merche Trujillo: 'Todo no es de color de rosa y lo reflejo, pero con positividad'

—Diez años de carrera y seis discos. ¿Cómo ha cambiado Merche en este tiempo?
—El cambio lógico de la evolución personal y profesional, ya que a mí siempre me gusta ir aprendiendo y mejorando. Y este es el único cambio, por lo demás sigo siendo la misma chica que amaba la música y quería ganarse la vida con sus canciones. Sigo teniendo esas mismas ilusiones o quizás más aún.
—¿Qué destaca de Un mundo de colores, su nuevo trabajo?

    11 ene 2013 / 11:37 H.

    —Yo creo que su peculiaridad es que este es un disco muy variado. Está dentro del pop, pero cada canción tiene unos arreglos y unas influencias diferentes. Luna probablemente sea la canción con más percusión latina y con más instrumentos de vientos del disco; después, está Vendré por ti, que suena más al estándar pop, y también están mis baladas de toda la vida con toques andaluces. Yo diría que es un disco muy variado y, como dice el título, un abanico de un mundo de colores.
    —Como en el anterior, viajó a Estados Unidos para grabar junto al productor Sebastian Krys.
    —Con cada disco siempre intento buscar al productor ideal para conseguir el sonido que quiero y que sé que lo entenderá perfectamente. Sin embargo, esta es la primera vez que repito trabajo con Sebastian Krys, que ya produjo mi quinto disco. Nos entendemos a las mil maravillas y toca todos los palos dentro del pop. Creo que mis canciones crecen mucho con él y tienen un sonido auténtico y maravilloso. Para mí, es uno de los mejores productores del mundo. Ha sido, de nuevo, una experiencia profesional muy enriquecedora y también, en lo personal, ya se ha convertido en un amigo y he disfrutado mucho.
    —Esta complicidad es, entonces, esencial en el resultado.
    —En mi caso, al ser compositora, es aún más importante porque tengo claro lo que quiero de cada canción y ese entendimiento debe existir. Hay que saber llevarlo al disco y es complicado. Y ese ‘feeling’, esa comunicación y entendimiento musical se ve en el resultado final.
    —Un mundo de colores se publicó a finales de noviembre. ¿Cómo es la acogida entre el público por el momento?
    —Estoy encantada y muy satisfecha con el resultado del disco. Como siempre, mis “merchitos” y todos los que siguen mi trabajo me han recibido con muchísimo cariño. En los conciertos estoy disfrutando como una niña pequeña. Estoy en un momento muy dulce de mi carrera.
    —Un mundo de colores es un canto al optimismo en un mundo demasiado gris. ¿Es necesario ahora más que nunca?
    —Creo que la obligación de todos los que nos dedicamos ahora mismo al entretenimiento es precisamente esa. Entretener, tratar que la gente, aunque sea por un ratito, se olvide de sus problemas que, desgraciadamente, son muchos e intentar dar un toque de alegría y positividad, pero también de emoción. No todas las canciones del disco hablan de que el mundo es color de rosa, porque es mentira. Yo escribo un reflejo de lo que es mi vida y mi entorno y no siempre todo es maravilloso. Todo tiene su cal y su arena y el disco lo refleja. Lo que sí hay siempre es una moraleja positiva al final, ese mensaje es importante, al igual que el de lucha y paciencia, de lo que estamos muy necesitados. 
    —Vendré por ti, el segundo single, sería un buen ejemplo  de la cara negativa o la “cal” del día a día en esta profesión.
    —Amo mi trabajo y estoy encantada de poder ganarme la vida con él, porque es lo que siempre soñé y me siento afortunada. Pero todo tiene también su cara mala y, en el caso de mi profesión, es la distancia. Algo a lo que yo le he cantado mucho, tanto en Vendré por ti, pero también en mi segundo disco, que contenía precisamente Distancia, canción que gustó mucho. Es muy difícil para mí estar fuera de casa, lejos de los míos. Solo en 2012 he estado cerca de cinco meses fuera de España y, aunque me siento una privilegiada por esa oportunidad, es cierto que te entra morriña. Pero, en resumen, como siempre digo, sarna con gusto no pica.
    —Y entre las diez canciones de Un mundo de colores, ¿cuál es la “niña bonita”?

    Pepi Galera /Jaén
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