Hallan con vida al desaparecido en Mancha Real
Francisco Antonio Gómez Rosa estaba debajo de unos olivos, cerca de la finca Arroyovil, cuando lo encontraron sus vecinos durante una batida. Su familia lo buscaba desde el pasado martes, día en el que estuvo en casa por última vez. Se encuentra bien, aunque presentaba síntomas de deshidratación.
La familia de Francisco Antonio Gómez, de cuarenta y seis años, decidió denunciar su desapareció el miércoles por la mañana en el cuartel de la Guardia Civil.
La familia de Francisco Antonio Gómez, de cuarenta y seis años, decidió denunciar su desapareció el miércoles por la mañana en el cuartel de la Guardia Civil.
Este vecino de Mancha Real, que padece una enfermedad mental, salió de su casa el martes en torno a las dos de la tarde y no volvió. La familia se alertó por un pequeño detalle: parece ser que el hombre llevó su carné de identidad cosa que no hace habitualmente.
pistas. Algunos mancharrealeños se lo encontraron en algunas calles del municipio y en el polígono industrial, pero pronto se le perdió la pista. El día 20, comenzaron a empapelar las paredes con su cara y un número de teléfono por si alguien lo veía. También en el campo, pues, según su hermana, Luisa Gómez, Francisco Antonio acostumbra a pasear por allí. Todos los días, se puso en contacto con ellos con alguna pista, algunos después de confundirlo con otro de sus hermanos, con el que parece ser que guarda gran parecido.
“Nos llamaban contándonos que lo habían visto por Jarafe o por Arroyovil. La zona está muy retirada y no suele llegar hasta allí. Íbamos a buscarlo y no lo encontrábamos. Ayer mismo —por el sábado—, estuvimos dos veces donde lo han hallado, y no dimos con él”, cuenta.
Francisco Antonio Gómez se había marchado en otras ocasiones y había vuelto por su propio pie pero, al ver que las horas pasaban, sus seres queridos pidieron al Ayuntamiento organizar una búsqueda conjunta, que se celebró ayer. Hasta entonces, la Guardia Civil y la Policía Local también habían rastreado la zona sin éxito. En la batida participaron decenas de mancharrealeños, que comenzaron a las cinco de la tarde. Lo encontraron a las siete, debajo de unos olivos, en la finca de Arroyovil, con evidentes síntomas de deshidratación, por lo que permanece ingresado en la unidad de observación del Hospital Neurotraumatológico de Jaén. “Está muy delgado y se queja mucho, pero apenas puede hablar”, cuenta Luisa Gómez, que cree que su hermano había descuidado su medicación días antes de desaparecer. Ernesto Angulo/Nuria Fernández / Mancha Real/Jaén