Malestar por malos olores en determinadas zonas de Mengíbar

Javier Esturillo /Jaén
Las quejas por los malos olores en Mengíbar no son nuevas, sobre todo, cuando llega el verano. Sin embargo, este año el malestar entre los vecinos de determinadas zonas es mayor. Una pintada de enorme dimensiones advierte del problema en uno de los accesos al municipio desde la autovía. Vecinos de Mengíbar se sienten molestos por los malos olores que sufren desde hace tiempo y que, según denunciaron a este periódico, pueden proceder de una fábrica que se encuentra en otro término municipal, concretamente de una orujera.

    11 sep 2013 / 10:35 H.

    Esto hace que, de forma permanente, se vean obligados a mantener las ventanas de sus domicilios selladas para evitar que los efluvios accedan al interior de sus viviendas.
    Dicen que sus quejas, además de exponerlas en distintos foros, han sido trasladadas al Ayuntamiento, un extremo que desconoce el teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Juan Peña. Sin embargo, el problema data de años atrás. El regidor, Gil Beltrán, —con el que este periódico trató de ponerse en contacto en repetidas ocasiones sin éxito— reconocía, en 2005, que el problema de los malos olores procedentes de la orujera no corresponden al Ayuntamiento, por no encontrarse en el término municipal de Mengíbar. Pese a ser una antigua queja, los residentes lamentan la ausencia de soluciones.     
    No es la única pintada “reivindicativa” aparecida en el municipio. “Mengíbar huele mal”, con letras gigantes, es una de las últimas en emerger, pero cada vez son más comunes y todo apunta a un mismo estilo y, por lo tanto, a un mismo autor o autores, por ahora desconocidos.
    Hay ciudades que reciben a los visitantes con lemas históricos o distinciones ejemplares. Sin embargo, si se entra a Mengíbar por la autovía, en el carril de deceleración desde Jaén, es más que probable que el rótulo que capte la atención a los conductores sea el de “Mengíbar huele mal”, acompañado de un símbolo que, en menor escala, se repite en otras zonas de la ciudad para denunciar el hedor que sufren, periódicamente, los vecinos.
    Ya en el casco urbano, los “grafitis ilustrados” se suceden en varios rincones, por diferentes motivos y con diversos protagonistas. La Policía Local, por ejemplo, ha sido objeto de la mirada del autor o de los autores de estas pintadas al menos en dos ocasiones. “Que no me entere yo que pintáis aquí, chavales”, dice un agente dibujado en la pared del campo de fútbol en uno de los dibujos. En las puertas del instituto Albariza y del colegio Santa María Magdalena se fijó, con una plantilla, una mismísima frase de Sócrates: “A través de la educación del individuo se consigue el Estado perfecto”.