Luto y dolor en el culmen de la Pasión de la ciudad
Las procesiones del Viernes Santo en Andújar contaron con masiva afluencia de devotos que siguieron, con gran interés, cada uno de los desfiles. La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Señor de los Señores, protagonizó, por la mañana, la salida penitencial de su titular. Sus miembros portaban la cruz al hombro con la ayuda de Simón de Cirene. El trono, que partió desde la puerta principal de la parroquia de San Miguel Arcángel, contó con el acompañamiento musical de la Agrupación Musical Nuestra de las Angustias de Andújar, así como del cuerpo de nazarenos, que vestían túnica morada, cuerpo de caballeros, con traje oscuro, y el de mantillas vestido de color negro.

El paso, que “calza” treinta y cinco costaleras, fue recibido por centenares de personas que aguardaban en la Plaza de España para ver la emotiva salida de Nuestro Padre Jesús Nazareno, por la dificultad que entraña. Entre los estrenos de la presente edición destacó el dorado de las macollas de los candelabros del trono.
Por la tarde, cientos de personas esperaron a las puertas de la Residencia San Juan de Dios para seguir la salida del paso de Nuestra Señora de las Angustias. Una de las más bellas de la Semana Santa iliturgitana que representa a la Virgen María con Cristo Yacente depositado en su regazo. La imagen contó con el acompañamiento de su agrupación musical. Asimismo cabe indicar que la hermandad realiza un nuevo paso procesional para sus titulares, de manera que en la salida procesional se estrenó con el baquetón y de las maniguetas de estilo barroco. Más tarde desfilaron por las calles de la ciudad los pasos del Santísimo Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de la Amargura, de la Cofradía de los Estudiantes. Al igual que las imágenes del Cristo Yacente, de la Hermandad del Santo Sepulcro, y María Santísima de la Victoria al pie de la cruz, de la Cofradía de la Soledad y Entierro de Cristo. Cientos de personas acudieron a la esperada cita.
Por tanto, las procesiones resultaron un auténtico espectáculo de devoción y fe inquebrantables en un Viernes Santo protagonizado por el color negro en las calles como manifestación de duelo por la muerte de Cristo. Hoy, Domingo de Resurrección, el luto se convierte en alegría, con el recorrido que hará el paso de Cristo triunfante, cuya salida está prevista para las diez de la mañana desde la parroquia de San Eufrasio.