Los porteros de discoteca se examinan para obtener un certificado que les permita ejercer su profesión

Un total de 2.631 aspirantes a portero de discoteca se examinaron  esta mañana en la Universidad Complutense de Madrid para obtener un  certificado acrediticio que les facultará para controlar el acceso de  los locales de copas y discotecas de la Comunidad de Madrid.

    14 mar 2009 / 15:54 H.

    En declaraciones a los medios, el director de la academia de  policía local, Agustín Carretero, aseguró que, con esta prueba  organizada por la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior de  la Comunidad de Madrid, confía en que "haya un cambio" y no se repita  el caso del joven Alvaro Ussía, muerto presuntamente a manos los  porteros de la discoteca Balcón de Rosales de Madrid el 15 de  noviembre del pasado año.
    Para obtener el certificado, los aspirantes deberán superar dos  pruebas, una de conocimiento y otra psicológica. La primera es la que  se ha celebrado hoy y consiste en un cuestionario de cincuenta  preguntas que versan sobre derechos y deberes fundamentales de la  Constitución Española y sobre nociones básicas de los delitos contra  las personas.  Además, los aspirantes tienen que reunir una serie de requisitos  como ser mayores de edad, tener la nacionalidad de alguno de los  estados miembro de la Unión Europea o tener el permiso de residencia  y carecer de antecedentes penales. 
    Por otro lado, un portero señaló, momentos antes de presentarse al  examen, que "no se ha preparado muy bien la prueba" porque después de  trabajar "toda la noche", al día siguiente es "muy difícil" hacer un  examen. "Esto no vale para nada, sólo para controlarnos porque cuando se  trabaja por la noche es más difícil hacer bien tu trabajo con unas  leyes que te cortan y te quitan los privilegios. Son los ciudadanos  los que están fuera de lugar", añadió. Por último, Domingo, otro portero que se iba a presentar a la  prueba, apuntó que siente "el abuso del ciudadano" porque "ahora los  clientes llegan con sus leyes" y ellos se encuentran "con las manos  atadas y sin poder defenderse".