Los personajes anónimos.- Bernabé Cobo Cruz.- Nacido para seguir al Real Jaén

José Eugenio Lara /Jaén
El Real Jaén es parte de él, de su sentimiento y de su pasión. Desde muy pequeño sigue al equipo de sus amores y jamás se ha despegado de él. Le contaba su padre que vio al Real Madrid en La Victoria con solo dos años. Recuerda con emoción el día que el estadio se cubrió de blanco y morado en el reto de JAEN.

    07 dic 2011 / 15:44 H.


    Bernabé Cobo (Jaén, 6/11/1952) es de los aficionados perennes del Real Jaén. Nunca mira la categoría sino el corazón, y el Real Jaén forma parte de su latido. Desde que su padre lo llevara al estadio para ver al equipo, Bernabé ha sentido el club como algo suyo. “Me da igual la categoría en la que esté. Siempre estaré a su lado”, asegura con una firmeza impresionante. Lleva casi 25 años de socio, pero, como él dice, es seguidor desde que tiene uso de razón. Incluso, su esposa, Patro, ha compartido con él esa pasión que le embarga desde pequeño. Patro es accionista y también ha suscrito su abono algunos años.
    Bernabé tiene estudios primarios y trabaja en una empresa de seguros. Comparte su afición por el Real Jaén con la práctica del atletismo. Es un corredor de fondo, de largo fondo, porque su especialidad son los maratones. Ha terminado quince y ha corrido sobre el asfalto de las grandes ciudades. Pronuncia los nombres de Nueva York, Roma, Berlín o Amsterdam como si los conociera como la palma de la mano. Transitar 42 kilómetros por las calles de estas ciudades reporta un plus de conocimiento al alcance de pocos. Entre el fútbol y el atletismo, este esforzado deportista encuentra otro motivo más para ser feliz: su familia. Tiene dos hijos, Juan María e Isidro, y un pequeño que ha nacido hace once meses, de nombre Juan María, que ha llenado su casa de felicidad y de orgullo. “Es una hermosura ser abuelo y tener un nieto como Juan María”, manifiesta con una alegría desbordante.
    Para Bernabé, la eliminatoria ante el Palencia, disputada en mayo de 2010, tiene un encanto especial, seguramente imborrable. En la ida, La Victoria se pobló de cartulinas blancas y moradas gracias al reto que Diario JAEN puso en marcha con el fin de alentar al equipo en su camino hacia el ascenso. Él mismo sostuvo entre sus manos una de esas cartulinas que dieron un colorido singular al estadio. “Quedó precioso. La imagen del campo está grabada en mi retina por su belleza y espectacularidad. Impresionante”, recuerda con emoción. Desde entonces, Bernabé no ha visto nada igual en La Victoria, a la que asiste cada quince días para ver al equipo de su alma. “Soy de los aficionados de siempre, de los que nunca bajan la guardia”, asevera. Por su compromiso y lealtad es una persona que ha nacido para seguir al Real Jaén. Y nada lo detiene.