Los okupas de la casa cuartel de Coto Ríos piden un empleo

Su situación es precaria. Tanto, que desde que, el pasado 4 de noviembre, 'okuparon' una de las viviendas abandonadas del cuartel de la Guardia Civil de Coto Ríos, viven sin electricidad ni agua corriente y, como no se atisba luz al final del túnel ni del umbral de la pobreza, se sustentan con lo que familiares y amigos les aportan.

    13 feb 2013 / 11:23 H.

    Beatriz Montoro, madre de dos niñas de 4 y 2 años, lo tiene claro. Tanto ella como su compañero Sergio Castillo, son jóvenes y gozan de salud y ganas suficientes como para acometer cualquier tipo de trabajo físico o, en su caso, cualificado, ya que es peluquera.  Lo que quieren, dice, es normalizar su situación, disponer de luz y agua corriente, traerse a vivir con ellos a sus hijas, que de momento se alojan en casa de un familiar de Coto Ríos, y disponer de unos ingresos que les permitan salvar el presente y soñar con un futuro. “No estamos cobrando nada y comemos de lo que nos trae la familia. Ayer (el lunes) fuimos a Santiago de la Espada y solicitamos los diez días de trabajo que dan los Ayuntamientos. También fuimos a la Oficina de Empleo y Sergio solicitó para trabajar en el monte, donde ya había trabajado antes. De momento está en la bolsa de solicitudes”, explica Beatriz Montoro. Y subraya: “No me gusta estar a expensas de otras personas. Somos jóvenes y estamos capacitados para trabajar sin problemas”.
    Respecto a sus hijas, la mayor acude cada día a la escuela, pero la pequeña suele estar buena parte del día con ella: “La subo algunos ratillos y come aquí, pero por las tardes la bajo, les doy a las dos la cena y las dejo acostadas”. Su verdadero anhelo es disponer de los permisos de habitabilidad y poder enganchar la electricidad y el agua y llevarse a sus hijas, que ya tienen una habitación preparada para cuando llegue el momento.
    De momento, comenta Beatriz Montoro, el aparejador municipal se pasó por la vivienda “okupada”, hace tres semanas, “a tomar medidas”. Añade que el lunes aprovecharon su visita al Ayuntamiento de Santiago-Pontones, para hablar con el alcalde, Pascual González, para que les informase de en qué situación se encuentra el proceso de adjudicación de la vivienda. “El alcalde me dijo que tuviéramos paciencia y me aseguró que para antes del verano estaría todo solucionado y que confiara en él”, apostilla la joven okupa.
    Ignacio Frías /Jaén
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