Los grandes grupos del aceite aspiran a quedarse con la planta de Fedeoliva
Enrique Alonso / Jaén
La gran envasadora de aceite de oliva de Guarromán, que perteneció a Fedeoliva antes de que el grupo quebrara y cayera en manos del juzgado, es un dulce caramelo para los grandes grupos del aceite. Hojiblanca, Interóleo Picual y Sovena no esconden su interés por la fábrica.

La gran envasadora de aceite de oliva de Guarromán, que perteneció a Fedeoliva antes de que el grupo quebrara y cayera en manos del juzgado, es un dulce caramelo para los grandes grupos del aceite. Hojiblanca, Interóleo Picual y Sovena no esconden su interés por la fábrica.
Por el momento, la envasadora sigue en Guarromán cerrada a “cal y canto”. Sin embargo, todo apunta a que dentro de poco habrá movimientos para fraguar una adjudicación a una empresa oleícola o gestar una alianza que permita rentabilizar una de las plantas de embotellado, almacenamiento y análisis de aceite de oliva más importante del mundo. Perteneció a Fedeoliva, pero se paró en 2005 cuando el grupo entró en crisis y murió en los juzgados después de acreditar una situación de quiebra. No obstante, las grandes empresas oleícolas saben del tremendo potencial que tiene “dormido”, por lo que no esconden su interés.
La envasadora de Fedeoliva, ahora, es propiedad de la Junta de Andalucía. La sociedad de capital riesgo Invercaria, que pertenece a la Consejería de Innovación, se la adjudicó en febrero de 2005 después de que el Juzgado de lo Mercantil de Jaén la sacara a subasta. Los administradores concursales consideraron que el precio de mercado rondaba los 7 millones de euros, pero, al final, se vendió casi tres veces más barata. Invercaria se la quedó por 2.400.100 euros en una subasta pública a la que también se presentó Sovena, que es un grupo de capital portugués que se ha convertido en una de las empresas oleícolas más importante del mundo gracias a su implantación en el mercado luso y a una alianza estratégica con Mercadona que le ha permitido expandirse por la provincia. No obstante, Sovena se retiró de la puja y argumentó: “No competimos con la Junta de Andalucía. Pujamos por Fedeoliva porque considerábamos que era una estupenda oportunidad de ampliar nuestro negocio. Garantizaba los intereses de crecimiento, pero no vamos a competir con la administración”. Asimismo, no hay que olvidar que la primera vez que el Juzgado de lo Mercantil de Jaén pidió 5,7 millones de euros en la subasta, pero no hubo ninguna puja para adquirirla. De hecho, ni siquiera se mostró interés por participar con la puja mínima exigida, que era de 3 millones de euros. De ahí que tuvo que retirarla de la subasta y ponerla, otra vez, a 2,4 millones, en el que se la quedó la Junta de Andalucía.
Sin embargo, de esta manera, Sovena mostraba por primera vez su interés por la envasadora de Fedeoliva, que llegó a embotellar 12 millones de kilos de aceite de oliva en Jaén. En cambio, la planta fue a parar a la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia en febrero de 2009 y, desde entonces, no se ha realizado movimiento alguno con vistas a la opinión pública. No obstante, según ha podido saber Diario JAEN, sí que se han mantenido reuniones para decidir el futuro de estas faraónicas instalaciones para el envasado, análisis y almacenamiento de zumo de aceituna. La Junta mantiene la misma filosofía que expresó el que entonces era vicepresidente del Gobierno andaluz, Gaspar Zarrías, que ahora ocupa la Secretaría de Estado de Política Territorial. El Ejecutivo de Andalucía quiere que sirva para los intereses de los productores de aceite de oliva, pese a que, por el momento, no ha trascendido que tenga fórmula alguna diseñada para que vuelva a funcionar. Sin embargo, ofertas no le han faltado. De hecho, los “vecinos” de la envasadora de Guarromán aseguran que, de vez en cuando, admite visitas o, dicho de otro modo, que, desde que se la quedó Invercaria, ya ha recibido a algunas personalidades que querían ver sus instalaciones. La Consejería de Economía, Innovación y Ciencia busca una fórmula que ayude a los productores jiennenses a creer en la capacidad que tiene el zumo de aceituna en el mercado si se envasa y comercializa de forma directa, en vez de optar por operaciones de compra y venta a granel.
Sovena siempre quiso la envasadora. No la buscó en el Juzgado de lo Mercantil cuando salió por 2,4 millones de euros para no crear “mal ambiente” con la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, pero este detalle le puede hacer “ganar puntos” en la decisión final que tome la Junta de Andalucía. Pero, no es la única empresa.
Hojiblanca también desea la envasadora. Su director general, Antonio Luque, explica que su grupo cooperativo ha preguntado al Gobierno andaluz por los planes que tiene para la planta de Fedeoliva. Además, indica que le han dicho que a Hojiblanca le interesan estas instalaciones. “Hemos enviado cartas a la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia. Ahora, estamos a la espera. Nos gusta su capacidad para el envasado, la planta de almacenamiento y sus laboratorios. Queremos tener más presencia en Jaén con vistas al futuro”, manifiesta Antonio Luque.
Asimismo, continúa: “No hemos tenido respuesta de la Junta. Nosotros le hemos dicho que, si lo va a vender o pretende alguna fórmula para ponerla en marcha, a Hojiblanca le puede interesar. No obstante, sabemos que no somos los únicos que queremos la planta de Fedeoliva”. El director general de Hojiblanca expone argumentos convincentes encima de la mesa con vistas a la decisión que pueda tomar la Administración autonómica, como que son el primer grupo cooperativo de Jaén con una producción de 50 millones de kilos en la provincia que está en manos de los productores. Sin embargo, Interóleo Picual de Jaén también quiere la envasadora de Fedeoliva. Su presidente, José Gilabert, explica que la Junta de Andalucía se quedó con ella con la idea de que retornara al sector. “No hay nada concreto aún. Nosotros queremos esta fábrica, aunque sabemos que hay más empresas interesadas. Tendríamos que ver las condiciones, aunque le hemos dicho a la Junta que cuente con nosotros para cualquier proceso”, declara el presidente. Interóleo Picual también da firmes argumentos. Gilabert aclara que se trata de una empresa formada por agricultores que tiene sede y capital en Jaén, que fue donde se gestó Fedeoliva. Asimismo, indica que maneja alrededor de 50 millones de kilos de graneles. No hay duda de que las grandes empresas del sector saben que la envasadora es un “caramelo” que se ha de poner en marcha muy pronto. Por ello, toman posiciones. También existe interés de algunos grupos vinculados a la alimentación que, por ahora, no han trabajado en el sector del aceite, pero que ven una magnífica oportunidad de negocio en Fedeoliva. Consideran que si tuvieran una moderna envasadora en la provincia que generase el 17% del aceite que se consume en el mundo podría ser un negocio con grandes posibilidades para el futuro.
Fedeoliva estaba integrada por 15 cooperativas y unos 7.000 agricultores. Llegó a vender cerca de 25 millones de litros de aceite de oliva, la producción íntegra aportada por sus sociedades miembros. En 2003, envasó 12 millones de litros de aceite de oliva, de los que un elevado porcentaje tuvo como destino el mercado estadounidense.