Los corros de los melenchones se preparan para la gran noche

Diana Sánchez /Jaén
La tradición no sólo se mantiene por medio de los escritos, y es que cuando de música y baile se trata, la práctica es esencial. De esta forma, cientos de niños ensayan en sus colegios, los populares melenchones para bailarlos alrededor de las hogueras mañana, festividad de San Antón.

    15 ene 2010 / 10:47 H.

    “El melenchón de mi tierra lo bajó un ángel del cielo para que las jaeneras puedan lucir su salero”, dice una coplilla anónima. Y es que desde hace unas semanas los niños y niñas de la capital se preparan en los patios y salones de sus colegios para bailar en la noche del sábado, 16 de enero, los corros que se dibujarán alrededor de las lumbres. Unas sencillas coreografías que se aprenden a la vez que las letras de las canciones. “Desde muy pequeños enseñamos a los alumnos estas danzas y canciones. Es una tradición preciosa”, indica una de las profesoras del Colegio Sagrado Corazón de Jesús. Un centro que, como muchos otros de la capital o la Asociación “Lola Torres”, mantiene la costumbre popular, al menos, unos días antes de San Antón. “Los niños se lo toman como una celebración normal, al igual que cuando cantan los villancicos en Navidad”, comentan.
    La picaresca de las letras y el componente lúdico del baile unen a los menores, en el que se mezclan edades entre los 6 y 12 años, para interpretar situaciones cotidianas entre jóvenes de siglos pasados. La alegría de girar de la mano y formar cadenas durante unos minutos mientras cantan letras graciosas se convierte en una dinámica estampa, en la que los pequeños se preparan para el gran día, en el que el poderío del fuego les animará para seguir esta tradición, ataviados con los trajes de pastira y de chirri.