Los Bomberos investigan si detrás de varios fuegos está un pirómano
Rafael Abolafia/Jaén
Los Bomberos tuvieron ayer una noche movida. Varias dotaciones tuvieron que sofocar dos incendios originados en plena madrugada, con apenas veinte minutos de intervalo y con varios focos distintos. “Está claro que han sido intencionados”, dicen fuentes del Cuerpo. La Policía ya sabe que un pirómano anda suelto.
Los Bomberos tuvieron ayer una noche movida. Varias dotaciones tuvieron que sofocar dos incendios originados en plena madrugada, con apenas veinte minutos de intervalo y con varios focos distintos. “Está claro que han sido intencionados”, dicen fuentes del Cuerpo. La Policía ya sabe que un pirómano anda suelto.
La primera llamada de aviso se produjo a las seis de la mañana. Un vecino alertaba de la presencia de llamas en una zona cercana al Centro Comercial La Loma. Un camión autobomba de los Bomberos de Jaén acudió con rapidez a la zona. Los funcionarios consiguieron controlar el incendio con rapidez, aunque ya había calcinado unas cuatro hectáreas de pastizal y había afectado también a una importante extensión de olivar, en la que ha originado cuantiosos daños.
Todavía estaban las llamas en plenitud cuando se recibió la segunda llamada de aviso, alrededor de las seis y veinte de la mañana. En esta ocasión, el fuego se localizaba a escasos quinientos metros de la primera zona, en un paraje que discurre en paralelo a la Autovía de Granada. Los Bomberos se tuvieron que emplear a fondo para que las llamas y la humareda no afectaran a la circulación del tráfico. Algo más de media hectáreas de pastos ardió completamente.
Los Bomberos no tienen dudas de que detrás de los dos incendios está la mano del hombre y que, además, es la misma en ambos. Y es que son demasiadas “casualidades”. La principal es que las llamas “surgen” en plena noche, cuando es mucho más difícil que se produzca de forma fortuita. Además, existen varios focos muy cercanos entre sí en una zona tradicionalmente castigada por los incendios. Podría pensarse que el viento arrastró pavesas del primer fuego y que originaron el segundo. Sin embargo, apenas corría el aire a esa hora de la mañana, según explican fuentes de los Bomberos. Así que todo indica que las llamas fueron intencionadas.
De hecho, la Guardia Civil se desplazó hasta el lugar, al igual que la Policía Local. Ambos cuerpos de seguridad levantaron los correspondientes atestados de investigación. El objetivo es localizar al pirómano, aunque se trata de una labor compleja.
La temporada de incendios está siendo especialmente virulenta en la capital. A finales de mayo, se registraron varios conatos en las faldas del Castillo y en el cerro de Santa Catalina. La mano del hombre estaba detrás de todos. De hecho, se piensa que fueron realizados para hacer daño o por pura diversión. De hecho, se procedió a la quema controlada de rastrojos para evitar que la acción de los pirómanos acarreara mayores consecuencias e, incluso, la Policía Autonómica, que tiene las competencias, intensificó la vigilancia. El pasado fin de semana, las llamas de una quema ilegal de rastrojos afectaron a una nave del Polígono de Los Olivares.