Lluvia para engordar la aceituna y aumentar la calidad de los aceites
Enrique Alonso / Jaén
El agua se muestra como un bien escaso. Por eso, siempre es bueno que llueva. Jaén esperaba más de lo que tuvo ayer, aunque hoy cuenta con otra oportunidad para incrementar sus reservas hidrológicas y alimentar sus cosechas. Toca mover el armario porque se mantienen las bajas temperaturas.

El agua se muestra como un bien escaso. Por eso, siempre es bueno que llueva. Jaén esperaba más de lo que tuvo ayer, aunque hoy cuenta con otra oportunidad para incrementar sus reservas hidrológicas y alimentar sus cosechas. Toca mover el armario porque se mantienen las bajas temperaturas.
Hoy también llueve. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que lo haga durante la mañana, sobre todo, en el este de la provincia. Por la tarde, dice que parará o habrá precipitaciones aisladas, aunque el agua volverá por la noche. No obstante, las precipitaciones dependen del cielo o, lo que es lo mismo, de las nubes, los vientos y la propia temperatura, por lo que predecir siempre se puede, aunque asegurar a qué hora lloverá resulta imposible.
Jaén cogió ayer agua del cielo, que resulta una auténtica “bendición”. En cambio, cayó menos de lo que se esperaba. La capital se tuvo que conformar con 9,8 litros por metro cuadrado y Sierra Mágina logró 13 —según el pluviómetro de Torres—. La comarca mejor parada fue la de Linares y La Carolina, que obtuvo unos 18,2 litros por metro cuadrado, tal y como indicaba el medidor instalado en Santa Elena.
Si se tiene en cuenta que el campo está seco, sabe a poco. Además, las últimas precipitaciones —de finales de septiembre— anticiparon días calurosos, en los que el déficit hidrográfico que sufre el campo se acrecentó más. Sin embargo, que llueva es bueno. A los ganaderos jiennenses les “regala” el pienso o, dicho de otro modo, las reses no tendrán que acudir a los compuestos alimentarios, sino que se nutrirán del pasto que sucede a las precipitaciones de otoño e invierno. En cambio, para el olivar y, concretamente, para la cosecha de aceite de oliva sí que existen más discrepancias sobre el impacto de estas lluvias.
No hay duda de que el agua resulta beneficiosa, aunque no mejorará tanto la cosecha como ocurrió en los años anteriores. Los árboles tienen pocos kilos de aceituna, por lo que las precipitaciones otoñales no elevan tanto la producción como ocurrió en las pasadas campañas, en las que la lluvia engordaba la aceituna y, como había muchas, se notaba mucho más en la producción jiennense de aceite de oliva. Más información, hoy en la edición impresa de Diario JAEN