Llanto de los transportistas de Mengíbar por tres compañeros

Emociones a flor de piel. Transportistas de Mengíbar, y algunos de Bailén, se unieron para rendir homenaje a tres compañeros fallecidos en los últimos tiempos. Eran Rufino Pancorbo, Juan Raúl Ramírez y Lázaro Hoyo. Ramírez y Hoyo —este último murió ayer— perdieron la vida por enfermedades, mientras que el óbito del primero fue por circunstancias derivadas de la crisis. También se evocó a otro profesional  jubilado, Juan Pedro García, desaparecido recientemente.

07 dic 2014 / 10:12 H.


La convocatoria tuvo como acto principal una eucaristía oficiada por el párroco de la Inmaculada, Raúl Contreras, quien se refirió al sacrificio que supone para las familias la abnegada labor de los camioneros. La ceremonia se celebró en una nave, con el oficiante encima del remolque de un camión. Uno de los organizadores, el abogado Juan José Berenguer —una persona muy vinculada con el mundo del transporte de mercancías—, evocó a los tres fallecidos. Además, familiares de los difuntos recibieron placas conmemorativas. Al término de la misa partió una caravana formada por unos cincuenta camiones. Al paso junto al tanatorio, donde se velaba a Lázaro Hoyo, hubo una potente pitada, agradecida por los allegados de este querido mengibareño. El trayecto concluyó en el cementerio, donde se dejaron unos ramos de flores. En los preparativos del homenaje se implicó la práctica totalidad del sector en Mengíbar, con una importante presencia, entre otras, de las familias Herrera, Espinosa, Pancorbo, Nájar, Duro, Berenguer, Navarro, López o Calle. En particular, uno de los profesionales que más trabajó para que, finalmente, el reconocimiento póstumo llegara a ser una realidad fue Simón Herrera.
críticas. Juan José Berenguer califica de “insostenible” la situación del sector del transporte. Subraya las condiciones “leoninas” y “bestiales” en las que trabajan tanto los asalariados como los autónomos. En Mengíbar hay unos ochenta empleados de una actividad que, a diferencia de otras, no se ha desplomado con la crisis, aunque su rentabilidad sí lo haya hecho. Encima de las dificultades derivadas de la recesión, denuncian que hay mucha “competencia desleal”. La idea es institucionalizar el día 6 de diciembre de cada año como fecha conmemorativa para los transportistas locales.