Linares. Técnicos inspeccionan salientes de la fachada de la que cayó el balcón

La relativa normalidad se impone en la calle La Virgen, que en la madrugada del pasado jueves fue testigo del fallecimiento de una mujer a causa del derrumbe del balcón de la vivienda en la que se encontraba. Ayer por la mañana, se procedió a la retirada de todos los elementos que quedaban esparcidos por la vía, aunque el edificio permaneció precintado. Los técnicos municipales, por su parte, —y como medida cautelar que el Ayuntamiento anunció en la misma jornada del jueves—, procedieron a la inspección de otros salientes que se encontraban en la fachada para comprobar su estado. Un informe que, junto a los elementos de estructura requisados, remitirán al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción, que será el encargado de determinar si las causas del suceso deben ser de conocimiento público. Así, continúa la investigación iniciada por el Ayuntamiento linarense para intentar aclarar las causas por las que se desprendió el balcón.
Lo que sí determinaron era que el edificio, que data de los años ochenta, no sufrió ningún tipo de obra o reforma reciente, por lo que, a pesar de que aún no hay un informe definitivo, cobra fuerza la hipótesis de que el incidente se debió al mal estado de una de las vigas que sostenía el voladizo del balcón, y que hizo que este cediera y cayera al vacío, arrastrando también parte de la estructura que se encontraba justo en el piso de abajo.
Las causas por las que se produjo este suceso fueron uno de los temas que más se dejaron sentir durante la jornada en la céntrica y comercial vía. Vecinos y los no poco curiosos que transitaban la zona no se explican cómo se produjo este suceso. Aun así, dentro del malestar y la indignación, queda en el aire el alivio de que no se produjera a una hora por la que la calle La Virgen transitan cientos de vecinos y visitantes para hacer sus compras.
Los hechos sucedieron en la madrugada del jueves, cuando la mujer cayó debido al desprendimiento del balcón. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de Bomberos, la Policía Local y Nacional, y los servicios de emergencias del 061 y 112, que sólo pudieron certificar el fallecimiento. Por su parte, un centenar de personas acompañaron y apoyaron a los familiares de la fallecida, —entre los que se encontraban sus dos hijos—, durante la misa, celebrada en la iglesia parroquial de San Agustín, y el posterior entierro en el cementerio municipal.