Linares. Coreografías de varios estilos para ayudar a los más desfavorecidos

Manuel Julián Velasco / Linares
Las Hermanas de la Cruz y las de la Consolación recibieron el apoyo de los alumnos de la Academia de Bailey Danza Ritmo Latino, que celebró un festival solidario en el teatroCervantes en el que los artistas ofrecieron lo mejor de sí mismos sobre las tablas para ayudar a los más desfavorecidos.

    04 jul 2010 / 09:09 H.

    La Escuela de Baile y Danza Ritmo Latino celebró un festival solidario en el teatroCervantes para recaudar fondos destinados para las Hermanas de la Cruz —dedicadas al cuidado de ancianos— y a las de la Consolación —que dirigen una casa de acogida para madres solteras—. El acto consistió en la exhibición sobre las tablas de más de veinte coreografías de diferentes estilos, interpretadas por alumnos del centro, como ballet clásico, bachata, salsa, chachachá, “funky”, bolero, “rock and roll”, “hustle”, pasodoble, danza del vientre, cumbia y “country”. Más de la mitad del alumnado, ciento veinte personas, no dudó en presentarse para participar. 
    Las quinientas cincuenta entradas del patio de butacas se vendieron en menos de una semana, lo que animó a la directiva de la academia a solicitar, al área de Cultura del Ayuntamiento de la ciudad, permiso para ofrecer un pase extraordinario a las siete de la tarde para que, así, nadie se quedase sin ver a amigos y familiares sobre el escenario. Cerca de ochocientos espectadores disfrutaron de ambas funciones. La principal fue presentada por el periodista de Canal Sur Francisco Javier Oliver, que introdujo los diferentes números. Por su parte, el director de Ritmo Latino, José AntonioArboledas, mostró su satisfacción por la buena acogida del festival. “Siempre nos gusta colaborar en citas similares para ayudar a los más desfavorecidos y diferentes ONG acuden a nosotros para celebrar actos de todo tipo, a las que atendemos encantados”, comentó. La solidaridad de estudiantes y profesorado queda demostrada con el hecho de que hoy actúan para los internos del asilo de ancianos con dos “minigalas”, una a las doce y media y otra a las siete de la tarde. “Los números del teatro Cervantes nos sirven como fiesta de fin de curso y, así, los alumnos pueden demostrar lo aprendido durante todo el año”, añadió. 
    Las edades de los bailarines están comprendidas entre los cuatro y los sesenta años y, en las últimas temporadas, aumentó el número de los solicitantes de estilos contemporáneos como el funky. Entre los adultos gozan de gran popularidad los ritmos latinos y los bailes de salón.  “Estamos muy contentos  porque, en nuestros dos años y medio de trayectoria y en plena época de crisis, contamos con más de doscientos cincuenta alumnos”, afirmó José Antonio Arboledas.
    Además, la academia ofrece clases magistrales de profesionales de reconocido prestigio.El último en pasar por sus instalaciones fue Iván, semifinalista de las últimas ediciones del programa “Fama, a Bailar”, de la cadena de televisión Cuatro.