Las vías verdes como sinónimo de calidad de vida

Cuando hace algo más de tres lustros comenzó a hablarse de la Vía Verde del Aceite parecía un sueño o la visión de un iluminado. Se trataba de recuperar una vieja línea de ferrocarril en desuso, de la que se conservaban muchas de sus estaciones, de manera que su antiguo trazado sirviera para ir desde Jaén hasta Alcaudete, cincuenta y cinco kilómetros en plena naturaleza.

    06 nov 2009 / 11:39 H.

    Una iniciativa novedosa y atractiva que se acabó materializando y que hoy es una realidad de la que ya pueden disfrutar, según los últimos datos oficiales conocidos, alrededor de 300.000 personas al año. Turismo activo y de naturaleza en estado puro que ahora se pretende ampliar, con un nuevo proyecto para crear dos vías verdes más en la provincia, en las zonas de Segura y de Linares, además de la Vía Verde del Guadalimar cuyo proyecto, al parecer, ya ha sido adjudicado por el Ministerio de Medio Ambiente. Se trata de una Gran Vía Verde, que aglutinaría todas esta líneas, con alrededor de doscientos setenta kilómetros en total que ofertar a los jiennenses. Un trazado que tiene continuidad tanto por el sur de Córdoba como hacia Levante a través de Albacete, lo que convierte el recorrido total en 460 kilómetros, uno de los ejes más importantes de España y de Europa. Desarrollo sostenible y turismo activo de naturaleza son los ejes primordiales en los que se sustenta el proyecto, con una aceptación entre la ciudadanía fuera de toda duda. En la capital son pocas las alternativas y para muchos jiennenses este trazado se ha convertido en una vía de escape insustituible.
    Pocas iniciativas tienen tan buena aceptación entre un sector tan amplio de la población, de manera que todo lo que sea ampliar los kilómetros que ya existen, es una buena noticia. Después, es primordial invertir todo lo necesario en su conservación y mantenimiento en un estado digno.