Las secuelas del exceso de cloro

Juan Antonio Pérez ejercía de monitor-socorrista en la piscina climatizada de Las Fuentezuelas. Ahora está jubilado por enfermedad y el motivo, como denuncia, son los problemas que sufre desde 2012 por estar expuesto a una “sobredosis” de cloro y a mala ventilación. Y esos problemas, añade, se han repetido en varias ocasiones.
El “infierno” para Juan Antonio Pérez Aguilar comenzó en noviembre de 2012. Entonces, varios monitores de Las Fuentezuelas, entre ellos este jiennense, tuvieron que ser atendidos por inhalar demasiado cloro y precisaron atención sanitaria. Las instalaciones llegaron a cerrarse porque hubo una avería en el dosificador.

13 abr 2014 / 22:00 H.

En la actualidad, todavía sufre las consecuencias. Tuvo neumonitis y los problemas se complicaron cada vez más. Estuvo de baja, asegura que también tuvo dificultades con la mutua, con el Ayuntamiento e incluso con la Seguridad Social y, aunque estaba mal, se incorporó a su trabajo, pero en febrero de 2013 sufrió otro accidente laboral, también por los mismos inconvenientes. “Ya en abril tuve los resultados del neumólogo: “Un enfisema pulmonar y una hiperreactividad bronquial favorecida por la inhalación de cloro”, describió.
Fruto de los problemas de salud y de pasar por las correspondientes inspecciones médicas, Juan Antonio Pérez está jubilado y dice que nunca podrá olvidar todo lo que pasó aquellos días. “Recuerdo que estábamos trabajando con un colegio y los niños empezaron a toser. Los sacamos de la piscina y los metimos en la ducha”, señala, y prosigue: “Cuando inhalé ese exceso de cloro estaba fatal. Salí de allí que no podía ni comer. Se me quemaron los párpados y las pestañas, y me quedé sin defensas en mi cuerpo”. Una enfermedad con la que, añade, tendrá que convivir el resto de su vida: “Tengo una fuerte medicación, me ahogo cuando hay humedad y para mí quedaron prohibidas las colonias. Todo me ahoga”, manifiesta, y asegura que no es la única vez que las máquinas se han averiado y que se ha respirado ese exceso de cloro.
El Ayuntamiento, sin embargo, niega que los problemas se repitan con el tiempo ni que haya en la actualidad “sobredosis” de cloro. Fuentes municipales aseguraron que a diario se realizan análisis de agua de las piscinas y que están en perfectas condiciones, si bien en alguna ocasión, de forma “esporádica”, puede surgir alguna avería en una máquina y, cuando eso sucede, se interviene de forma rápida. “Podemos poner a disposición de los interesados los análisis para comprobar que todo está bien”, recalcaron.