Las oficinas del INEM “profesionalizan” la búsqueda de empleo

Entre el gentío que se agolpa en la Carrera de Jesús para ver salir a El Abuelo en procesión es difícil distinguir a los asistentes.

08 abr 2015 / 10:22 H.

Están los que ya llegan de casa ataviados con las lágrimas en los ojos fruto de la emoción y los que acuden para poder ver qué es lo que pasa en la madrugada del Viernes Santo que hay tanto revuelo en la capital. Pero cuando suena la música de la Pasión, todos se hermanan y la admiración les embriaga.
En las colas que se forman en las oficinas del INEM la situación es muy parecida; uno no sabe quién es uno de los 67.737 jiennenses que necesita un puesto de trabajo y quién le acompaña para “oler” de cerca qué es lo que se cuece en ese espacio con peor reputación que la que le dan los barómetros del CIS a Mariano Rajoy, quien un día posó delante de la puerta de una de las oficinas de empleo para que todos viesen que él era el elegido para acabar con el desempleo de España. Ahora, pasados cinco años de ese retrato, es fácil imaginarse al presidente del país pensando que si en vez de posar de frente no tenía que haberlo hecho de espaldas a la cámara, enfilando la cola para sacar número para poder sellar el paro.
Pero esto, al menos por ahora, aún no ha ocurrido, entre otras cosas, porque Rajoy no vive en la provincia, donde van camino de quedarse sin trabajo hasta los que los que se encargan de repartirlo. Aquí, los funcionarios que gestionan los papeles de los subsisidios son muchos y pueden quedar para desayunar en grupo, pero, consecuencia de los casi 70.000 parados, para gestionar las nuevas altas solo hace falta uno. Da igual el puesto, porque nadie se asombra ante las últimos datos del paro, que destacan a Jaén como la única provincia de España que  tiene más desempleo que el año pasado, 1.561 más parados.
Ante esta alarmante noticia, ni las mismas personas que acuden a buscar un empleo se ponen las manos en la cara y corren gritando desesperados entre las mesas de los funcionarios. Los jiennenses ya están más acostumbras a buscar trabajo que a trabajar y las oficinas del INEM han creado más relaciones de amistad que las redes sociales. Incluso las discotecas comienzan a tener miedo de que la cola del paro les robe clientes y, como apunta una voz que quiere ser anónima, aquí “los más jóvenes son tantos que ya pueden hasta hacer amigos y lo que surja en la cola del paro”. Un drama que, al menos en la provincia, son muchos los que llevan con cierta guasa. Un “mal” que se echa en cara a los andaluces, pero sin el cual a los jiennenses no les quedaría otra opción que emular a los hombres que nacen de la tierra en “Amanece que no es poco” y plantarse a ver si son ellos los que echan olivas y la campaña de aceituna puede alargarse.
Pero, con el avance de los años y el retroceso del número de empleados, ya las soluciones más disparatadas no parecen ni soluciones. Los jiennenses no se han resignado y continúan acudiendo a las oficinas del INEM e incluso se alegran de que cada vez es más fácil descubrir a los que solo van “a oler”, porque, dicen, la realidad es que ya casi todos se han embriagado de la profesionalidad a la hora de hacer cola para el paro.