Las caracoladas de San Isicio resucitan una tradición secular
María José Bayona /Cazorla
Cazorla vive, desde hoy, sus fiestas patronales en honor de San Isicio, uno de los siete santos varones que los apóstoles San Pedro y San Pablo escogieron para enviarlos a evangelizar España. Ello ocurrió en el siglo I, y, en su honor, el Ayuntamiento ha diseñado un intenso programa, en el que no faltan las caracoladas.

Cazorla vive, desde hoy, sus fiestas patronales en honor de San Isicio, uno de los siete santos varones que los apóstoles San Pedro y San Pablo escogieron para enviarlos a evangelizar España. Ello ocurrió en el siglo I, y, en su honor, el Ayuntamiento ha diseñado un intenso programa, en el que no faltan las caracoladas.
Según la historia eclesiástica, San Isicio fue el fundador de la iglesia en “Carcesi” o Cazorla, pero no fue hasta el año 1535 cuando se le proclamó patrón de la ciudad. Desde entonces, cada 15 de mayo, los cazorleños y vecinos de los municipios aledaños acuden a su ermita, vestidos de romeros, para festejar su onomástica. Previamente, en la noche del 14 al 15 —o sea, hoy—, se realiza la bajada del santo a la iglesia parroquial de Santa María, en la plaza de la Corredera. Durante el desfile, la imagen recorre el camino que lleva su nombre y las calles lo reciben adornadas bellamente.
En este singular recorrido, iluminan el trayecto las originales caracoladas —una tradición sólo repetida en la isla de Cerdeña— y que son unas figuras alegóricas de esta celebración, como, por ejemplo, cerezas, espigas, caracoles, báculo o mitra, entre otras. Las caracoladas se fabrican con conchas de caracoles, limpiados previamente, en los que se introducen aceite y el cabo de una vela. Una vez encendidos, estos símbolos se pueden divisar durante el recorrido de la procesión, ya que se ubican en los puntos más visibles.
Este año, los fuegos artificiales se lanzarán desde el aparcamiento del Solarillo y se podrán contemplar antes de que comience la procesión desde la plazoleta de la ermita. La presidenta de la asociación cultural que tomó las riendas de esta celebración, María Dolores Lavesa, destaca: “Este año, la ermita recibirá a los romeros con un retablo restaurado, nuevos estandartes, otro mecanismo para la campana, que hará mas fácil su tañido, y medallas para los miembros de la asociación San Isicio”. La romería, que se realiza siempre por la tarde, es un impás antes del regreso de la imagen de San Isicio a su ermita, que se realizará sobre las siete y media de la tarde. El Ayuntamiento obsequiará a los romeros con cuerva y habas frescas de las huertas.