Las calles de Jaén, un plató de película

Diana Sánchez /Jaén
La cámara del jiennense Juan Antonio Anguita está preparada para su gran momento. El director de cine se reta a sí mismo y a su ciudad para grabar el primer largometraje, de bajo presupuesto, con un equipo técnico y artístico de la provincia. Bautizado Peatones, el proyecto se distingue por su calidad. 

    21 jun 2010 / 10:57 H.

    La noche de la ciudad jiennense acogerá el sueño que, desde hace más de un año, tiene al director de cine Juan Antonio Anguita en vilo. Un proyecto ambicioso en calidad, pero modesto en producción y presupuesto. La realidad es que esta aventura pasará a la historia por ser el primer largometraje “made in Jaén”. Desde las localizaciones, pasando por la mayoría del reparto artístico, así como la contribución de firmas de la capital del Santo Reino que aportarán su granito de arena al filme. Se ha cuidado hasta el último detalle para llevar el proyecto a buen puerto. Y es que la ilusión de Anguita se ha contagiado hasta el punto de que amigos, familiares y conocidos se unen para convertir en cine la historia que el director y autor tejió entre preguntas y comentarios para obtener un guión de ochenta y nueve páginas.
    Ambientada en calles y rincones de Jaén, la historia, que sentará al público ante la gran pantalla durante más de una hora, se condensa en una noche y estará compuesta por más de cuarenta escenas. Un breve espacio temporal que será el resultado de catorce intensos días de rodaje, que vienen reforzados con meses de ensayos. Y es que, en el caso de los actores, las lecturas y la interiorización de los personajes son primordiales.
    base argumental. Entre todo el despliegue fílmico, la narración audiovisual cuenta las vivencias de Miguel y Ana en una noche. Él quiere ser escritor, aunque se dedica a redactar y presentar vídeos en internet para una autoescuela. Por otra parte, el protagonista masculino desea tener sexo con su novia, aunque ella está demasiado ocupada como para darle ese placer. Miguel necesita un regalo para el inminente cumpleaños de su pareja, pero lo único que encuentra es a Ana (Andrea Portella), la imprevisible dependienta de una tienda de animales, que intentará, primero, endosarle un hurón y, luego, lo meterá en varias situaciones. En las horas que pasan juntos, la búsqueda del obsequio se convertirá en la excusa para afrontar el auténtico problema de Miguel.
    reparto. Construida la historia,  Anguita se dispuso a asentar las fichas que darían vida al guión. “Algunos personajes los escribí pensando en actores con los que ya trabajé, como es el caso de Óliver Gil. Con Marta García ocurrió lo contrario, pues le eché el ojo con su papel ya creado”, indica el autor. Encontrar al resto de intérpretes no fue muy difícil, de manera que se sumergió en la pureza del  teatro para escoger a lo mejorcito de las tablas jiennenses procedentes del Laboratorio de la Universidad Popular Municipal. La parte más compleja fue la elección de la actriz principal, Andrea Portella, a la que seleccionó a partir de un casting por internet. Además, de los diez actores —Óliver Gil, Andrea Portella, Isabel Cayuela, Juan Antonio Molina, Marta García, Félix Espejo, Miguel Ángel Karames, Rafael Delgado, Amada Santo y el mismo Juan Antonio Anguita—, una veintena de figurantes participa  con apariciones circunstanciales.
    localizaciones. Entre los diferentes lugares en los que el equipo técnico y artístico, capitaneado por Anguita, rodará la película destacan varios establecimientos de la capital, como Animascotas, Acuarios Aguilera, la Cafetería La Colombiana, el Sex Shop Amsterdam o el Pub Out Side, así como el colegio Maristas. “También, grabaremos en el taller del pintor Gaspar Cortés Zarrías”, explica Anguita, quien recuerda que, para no trabajar muchas horas nocturnas, se falsearán algunas tomas en interiores tapados con ventanas. La céntrica calle San Clemente, el Gran Eje, Álamos o Carmelo Torres serán escenarios de las tramas.
    vestuario. Aun con el impedimento del nulo presupuesto, los actores contarán con un vestuario exclusivo que será aportado por la firma de moda Calviva.
    atrezzo. Cada detalle cuenta en las imágenes. Así, entre los diferentes elementos que se verán destacan un flotador, un coche “tuneado” y un cáliz, que aporta la Escuela de Arte José Nogué.
    Un reto de película en el que cada pieza del engranaje, impulsada por la ilusión, llevará a la ciudad hasta el séptimo arte.